Me acuerdo de ayer. No del ayer exacto sino de ese ayer metafórico que remonta a unos cuantos años. Ese ayer que se menta cuando el peso de la vida se instala en la memoria pretendiendo tomar la forma de la nostalgia.
Me acuerdo y un conjunto de sensaciones se amontonan en todo mi ser como queriendo expresar algo que aún resulta inconceptual (¿existe esta palabra?) total, que hoy hice acomodo de todo ese conocimiento acumulado no en mi sino en lo libros que me hicieron llegar a mi nuevo hogar. Quedó bello el sitio debo decirlo y lo digo porque el espacio creado me lo hicieron con todo el amor que se puede profesar a alguien a quien pretendes hacer sentir bien. C. se esmeró como siempre en que yo tuviese lo mejor y más auténtico. Lamento no haber demostrado mi agradecimiento como él esperaba y es que soy tan torpe para demostrar.
En fin, ya esta listo ese espacio que hará de resguardo y huidas del mundo que no me gusta. Lo más bello es que lo compartiré con C.
Ahora recuerdo el ayer y si que ha cambiado todo. Hace unos días traía puesta la chaqueta de la frustración y la negatividad pero creo que hubo que darse un ataque de pánico (como aquellos que ya no me daban) para que por fin explotara y comenzara de nuevo a fluir.
¿Es posible vivir el presente sin comparar el pasado? si es posible no para mi aún y es que cada día que pasa me deja permeada de tal modo que no puedo prescindir de lo vivido, para recibir lo no vivido.
Mi espacio sagrado ha quedado, con todos esos seres históricos que me han formado y deformado para los estatutos sociales (con orgullo lo digo), Ha quedado mi espacio con mis dioses y si, literal ahí quedó también ese sitio en donde siempre permanecen esos que me han ayudado de iluminación divina. Ya quedo ese sitio en el que sueño, converso en silencio y en el que me siento libre.
Gracias a C. por estar conmigo, a mi lado. No delante ni atrás sino siempre a mi lado porque sabe andar al mismo paso y al mismo ritmo. Pienso en Mircea Eliade y me entusiasma ver que logré comprender muchas de sus ideas en la praxis. Ahora si me develo hechicera, conjuro con las ideas que devienen en mi mente y genero la ocasión para encantar.
Lo amo y amo más a C.
