viernes, 17 de mayo de 2019

De la fantasía al erotismo, del erotismo a la realidad



Ahora recuerdo su tono, su sabor, su sensación.
La noche me atrapó y me arrebató el recuerdo de tenerlo entre mis piernas.
No sé si simplemente deviene a mí, por haber sido el último de mis momentos sexuales. 
No sé si lo sublevo por haber sido él y sólo él.
La avalancha de sensaciones va y viene así como el flujo de mi cuerpo.
Aún recuerdo su respiración al ritmo de mis gemidos silenciosos.
Recuerdo que en mi mente estaban ritmos árabes, de pronto me encontré fantaseando con él
el vaivén de mis caderas replicaban las danzas árabes que practico.
Era mucho lo que deseaba, quería  hacer de ese instante un acto pagano pero terminé por convertirlo en un momento de sacralidad y permanencia en mi ser, no suele ser de otro modo en estos tiempos ya.
No sé si él se percató de toda esta estela mágica que se creó, quizá valdría la pena preguntarle o quizá no.
Lo importante es dejar plasmado el recuerdo intermitente, la voz que viene a mi mente y me hace resonar con la excitación, con todo el erotismo que puede caber en mi ser y es que la vida sin saber cómo erotizarla no tiene sentido alguno. Hoy me descubro arrebatada por el deseo insaciable por él, por sus ideas, por su presencia. No sé si vuelva a verlo, lo único que sé es que dejó su aroma repartido por mis calles corporales, sus manos parecían terminales que arrebataban mi energía, el solo rozar de su mano en mi rostro, despertaba el deseo infranquiable del que se goza cuando existe; a mis 43 años ya no es tan fácil dejarse arrebatar por cualquiera y él lo logró, lo hizo, me llevó a estas sensaciones que hoy permanecen y se activan con el simple hecho de recordarlo. 


jueves, 16 de mayo de 2019

Arrebatada por el ruido de mis pensamientos, voy y vengo por el sendero de mis emociones. Me ovillo ante tal avalancha pues es mucho lo que me hacen sentir.
Ahora recuerdo una de esas ocasiones en las que visité a la abuela ayahuasca, fue una de las lecciones más duras pero sagradas que he tenido en mi vida. 
En ocasiones quisiera regresar a esos momentos en los que me sentí una con el mundo y entonces era capaz de sentir las palpitaciones de la tierra y ver colores indescriptibles pero aún mejor, era capaz de escuchar mi propia voz con tal claridad que me era imposible acallar tanta verdad sobre mi ser.
Hoy a mis 43 años, sé quién soy, qué quiero pero no a dónde me dirijo porque la dirección siempre me ha parecido incierta pues muchas son las veces que he pretendido imponerla pero la vida se encarga de darme la vuelta y entonces aparentemente me veo comenzando de nuevo pero digo "aparentemente" porque nunca es igual y en realidad no se trata de un "nuevamente" sino de un comienzo distinto. ¿Cuántas veces he comenzado en mi vida? uff mi alma inquieta y libre me ha llevado por tantos caminos, tantas ciudades, tantos accesos de conocimiento y aprendizaje que si alguien me pidiese definirme a mi misma simplemente como el gran Píndaro diría "Soy la que soy" sin agregar nada más pues mi construcción aún no termina. Recuerdo las palabras de mi abuela Emma Leiner, quien dijo que me admiraba pues era tan libre que nunca me negaba a mí misma la oportunidad de vivir algo y esto lo digo a cuento del hecho de haber conocido a V. en realidad me causó un terremoto existencial, me confrontó mucho conmigo misma, me hizo sentir tanto pero V. ni cuenta se dio y quizá así debió ser, no tiene idea de lo mucho que dejó por escribir y es que así hay seres, que tan sólo están y viven tan inmersos en sus cosas que no se percatan de que alguien los observa. En este caso V. no se percató que tuvo a su lado una bruja que es capaz de sentir cosas, de ver más allá y que hoy estoy convencida de que estuve con un alma hermosa pero no sé si V. está consciente de lo hermosa de su propia alma. Su luz es de un color entre violeta y azul, me gustó mucho pues es de mis favoritos. Me gustó mucho V. tanto que me generó molestia su indiferencia pero hoy comprendo que eso tan sólo me vino a recalcar lo mucho que a mi me daña la indiferencia y es asunto de mi propia historia de vida mas no que él haya sido realmente indiferente. Sin duda V. ya dejó una huella hermosa en mi existencia. No sé si valga la pena pensar en si yo a él, no tengo idea si le vuelva a ver, pero sé que algún día descubrirá que en mi hubo magia. 
Y como siempre, la banda sonora de mi existencia, hoy queda QNTAL  me hubiese gustado hacer el amor con este fondo y entonces haber generado una alquimia llena de paz. 


lunes, 13 de mayo de 2019

El encuentro entre dos mundos



Entre emociones, promesas, ensoñaciones y expectativas se fue tejiendo un encuentro entre dos mundos. Casi todos los encuentros planeados suelen gestarse en esa atmósfera de romanticismo imaginario cuando se es demasiado apegado a la fantasía y a las letras. 
En ocasiones quienes nos dedicamos a pensar y escribir, creemos que nuestra propia existencia es una especie de historia por contar. Lamentablemente, la realidad siempre se impone y se encarga de ubicarnos y dejamos de ser el personaje de ensoñación para ser simplemente los que somos. 
Así fue como me sucedió en mi encuentro con otro mundo ( sigo siendo heideggeriana) se fue consolidando a través de un preámbulo que se antojaba prometedor en muchos sentidos pero entonces el momento tan esperado de estar por primera vez ante la mirada del otro, se vio eclipsado por una situación física, esto no permitió que el otro se saliera de sí mismo para adentrarse a la aventura de caminar por mis calles anatómicas. Al pasar el tiempo, fue interesante conocer ese otro mundo en el que todo giraba sobre su propio eje, rebasado por su propia situación, evidenciándose su caos interior donde como todos esos mundos en los cuales la realidad los arroba al grado de que cualquier contacto con su interior es cosa para otro momento ( el cual para algunos nunca llega). No niego que es un mundo maravilloso, con cualidades bondadosas e inteligencia cognoscitiva innegable, sin embargo, fue un mundo cerrado al contacto con mi propio mundo, lo cual no permitió que se gestará una intimidad auténtica de esas que a mi me gusta generar pues no puede uno intimar con quienes no muestran ni el mínimo interés por salirse de sí mismo. Una historia más por contar  ya tengo, pero no hay mucho que se desprenda de ella, dado que al parecer fui una especie de cometa que pasó de modo efímero por el firmamento de ese mundo, fui tan sólo una curiosidad para sus habitantes quizá, tal vez una aventura más que sumar, una experiencia que no trasciende y que a partir del primer instante ya era cosa del pasado. Sí, justo así me sentí, experimentando una serie de episodios emocionales interesantes pues pasé por la indignación la cual correspondía más a mi ego que a mi misma, luego se manifestó el enojo, un enojo arrebatador e irracional pero posteriormente se torno en molestia interna pues si algo es cierto es que los enojos nunca son del exterior sino que siempre se refieren a nuestras proyecciones. Posteriormente al regresar a mi órbita, se manifestó una tristeza profunda pero curiosamente se instaló una esperanza pues pensé que quizá había dejado algo propio en el otro mundo. Pero en el transcurso de estos días comprendí perfectamente que en esta historia el personaje que realmente había sido era  el de la estrella fugaz y hasta ahí llegó mi participación.
Como siempre, se agradece la experiencia y como en algunas historias, me quedo sin comprender pero a diferencia de historias pasadas, en esta ocasión me queda claro que intentar comprender es absurdo. Hoy tan sólo me resta decir gracias porque siempre me quedo con esa frase de Heidegger "En el pensar está el agradecer y en el agradecimiento el pensar" la gratuidad es una de las mayores virtudes que se pueden poseer, enaltecen a quien agradece y fortalece el espíritu de quien la practica. Así pues, gracias pues a pesar de que no ha sido un viaje al exterior inolvidable, si lo ha sido al interior. Hoy quisiera que ese otro mundo supiera lo que no se atrevió a conocer pues como en un momento me dijo E. sobre A. " Bruja, él nunca supo lo que no tuvo". En esta ocasión, este mundo quizá se trate de un episodio similar y es que es innegable que somos tan cíclicos y repetitivos que no me extraña nada lo acontecido.