domingo, 26 de junio de 2016

Bienvenido a tiempos interesantes.

Hoy me siento ante la imposibilidad de decir, sobre lo inefable y lo inexpresable, la impotencia del lenguaje y los límites de la razón. Quisiera seguir el consejo de Spinoza,  quien invitaba a desprenderse de la risa o de las lágrimas para conformarse con el deseo de comprender. Si, ya de menos quisiera comprender. El mundo se encuentra en una crisis, quisiera tatuarme en la piel "soy de una generación que supo de valores y sentidos y hoy muero de miedo de ver en lo que nos hemos convertido" ¡Bienvenidos a tiempos interesantes! cuenta Slavoj Zizek que en China si realmente odias a alguien es la sentencia que se le dá pues vivir en tiempos interesantes implíca justo lo que estamos haciendo de hoy nuestros días. Por donde observes del globo terráqueo, hay conflictos y pérdidas irreparables no sólo de vidas humanas sino de vida animal y vegetal a mi parecer, quienes tienen más derecho a permanecer en esta nuda vida como le menta Agamben pues como bien lo enuncia él; la Biopolítica ya no designa esa constelación en la que se generaban sujetos sino que apenas y se regula y administra la nuda vida de los individuos, todos somos potencialmente homo  sacer. La idea de transformación social radical un tiempo me parecía un sueño imposible que oscilaba entre dos posibilidades entre lo real-imposible y la imposibilidad en el campo ideológico pues la ideología dominante se esfuerza siempre en hacernos aceptar la imposibilidad de abolir el capitalismo. Hoy de cara a los acontecimientos presentes, veo que quizá si hay posibilidad de un cambio radical en la humanidad, un cambio que lejos de marcar un paradigma hacia la transformación, marca un retroceso hacía la historia humana. Me viene en mente Claude Lanzmann y su trabajo Shoah habría que proponerlo como un monumento del siglo pasado que marcó la ética de la humanidad. Habría que abrazar la realidad política de hoy y de mañana iluminada por este tipo de lecciones. Lamentablemente, el mundo, la sociedad en específico se sigue autoengañando, ya no hace falta un poder o una ideología que lo haga por nosotros, ya tan sólo basta existir para ser un alienado, lo veo en las nuevas generaciones y tristemente en las no tan nuevas. El ser humano en la actualidad consume eso hace, y por tanto, consume hasta las "críticas y propuestas de y en la sociedad" basta con preguntar a cualquiera que se encuentre "manifestándose en contra de algo" y por lo general pocos son los que conocen en verdad la causa. se ha gestado un interesante fenómeno de salvar culpas a través de un activismo simulado pero lo peor no es la simulación en sí sino la falta de conciencia ante ello.
La simulación permea a la humanidad hasta la entraña, así vemos la ficción de las jerarquías y las fantoches desigualdades, no existen ni superhombres ni subhombres, no hay razas inferiores ni los ungidos por los dioses, ni los paridos por hadas; de nada sirve tal artificio cuando la esencia lo dice todo y expresa la verdad absoluta de la especie. Albert Antelme escribió sobre uno de la SS " Puede matar a un hombre, pero no puede convertirlo en otra cosa" esta fue sin duda la primera verdad que se descubrió en un campo de concentración, una verdad de naturaleza ontológica: la existencia de una sola y única especie y la naturaleza esencial de lo humano, enclavado en su cuerpo, visceralmente asociado a la carne, al esqueleto a lo que queda de un ser siempre y cuando aún lo anime un aliento por muy débil que éste sea. La verdad de un ser es su propio cuerpo. ¿Qué más da la preferencia sexual, la ideológica, la naturaleza geográfica? siempre lo he dicho, en la ante sala de la muerte, todos somos idénticos, no hay cabida a la diferencia de ningún tipo. "Somos un ser para la muerte" dijo Heidegger y justo éste es uno de lo más claros sentidos de su obra. Me promulgo misántropo de modo racional porque de lo contrario no podría sobrevivir con tal dolor. Sin embargo, no cabe duda de que una especie humana ha resistido, se ha manifestado, evidente, sólida y fija, afirmando como inmarcesible verdad la permanencia de la esencia humana contra el artifico de la ideología. No nos queda mas que seguir por esta línea y seguir tumbando todos los preceptos que tan sólo generan miopía existencial.