sábado, 21 de enero de 2017

Rompiendo el silencio por un instante, tan sólo...

Han pasado diversos acontecimientos en el mundo y en el país. Muchos muertos, de esos que si duelen porque aunque no se le conocieron en persona dejaron un legado como Bauman y Vila Matas. Otros muertos que duelen por el hecho de haber existido, mera condición humana. Y otros, que ni siquiera se les sabe. Sí, la muerte acechando como siempre la existencia humana. "Somos un ser para la muerte" ¿Qué diría Heidegger hoy día del narco? .... nada, pues no dijo nada en su momento de los nazis, seguiría apelando a la poesía como el único camino viable. ¿Estoy enojada con Heidegger? -me preguntó hace poco alguien y mi respuesta fue "no sé"- ahora puedo decir que si, he dedicado años de mi vida a leerle y yo sigo sin comprender su silencio y eso que yo no fui su amante como Hanna Arendt, pero si fui su amante en el pensamiento.  Nadie podía pronunciarse contra él frente de mi, porque simplemente mi alma enfurecía y saltaba a la defensa. Sin duda, un pensamiento único el de Martin Heidegger y el mío, muy dogmático para defenderlo así. Pero hoy ya digo déjame en paz Heidegger, me cansa mucho ser yo, sólo piense y piense sin cesar, buscando como todo filósofo pero este mundo exige acción. Llevo años haciendo y luchando desde mi propia trinchera pero ¿para qué? hoy puedo decir que si sé para qué ha servido y ha servido para hoy día tener un cierto "prestigio" que me importa un carajo. Ya de algún modo se sabe quién es Hada Cosquillas y el mundo no cambia. Es tiempo de cambiar el mundo de Hada Cosquillas, no se va, eso nunca, sólo que decide replantearse un poco el significado de las cosas. Nada es lo que parece. Hace poco coincidí con una persona, nos hemos ido conociendo y ha sido fructífero el encuentro, es un ser que ha vivido y ha aprendido de lo vivido, sabe qué decir y cómo, interesante... El único juicio que puedo emitir al respecto es que me gusta y mucho su ser, ojalá encuentre lo que busca. Poco muy poco sabe de mi pero ya tiene una idea de mi persona la cual no me interesa mucho,  porque prefiero que el mismo tiempo  lo vaya develando.
Llevo ya tres meses de regreso al paraíso (ya no tan paraiso) sigo sin encontrar lo que quiero lo cual es bueno porque sino me aburriría, mis días pasan entre letras, música, angustias y dos perros. Merlina tiene un amigo de nombre Terry y yo cada vez me adapto más a esta convivencia, me gustan más los canes que los humanos es un hecho. Los humanos me cansan con sus penas y angustias porque además me las contagian y me hacen creer que el mundo es una verdadera porquería como si apenas lo hubiesen descubierto. Yo sé que el mundo lo es desde que tengo 14 años y leí a Shopenhauer y a Cioran, si, el mundo es la defecación constante de la existencia humana. Sin embargo, no es del todo cierto, hay avidez de belleza y eso dota de esperanza a cualquiera, aún hay quien sabe y pretende amar, basta ver a los perritos y con ello se adquiere la certeza de que el mundo puede mejorar.
Mi silencio se extendió, cada vez es más el espacio entre un texto y otro y es que por el momento tengo mucho más que callar qué decir. Bien lo decía mi amado Heidegger, en el silencio se encuentra el verdadero decir. Dejemos que el habla hable por si misma. Como siempre, dejo la banda sonora de mi existencia.