domingo, 31 de agosto de 2008

Ovillado en ti mismo


Te escribo  simplemente para exorcizarte de mi memoria. Recuerdo el film de un eterno resplandor y de verdad quisiera que existiera esa opción en mi vida. Poder olvidarte para seguir adelante sin hacer caso a todas esas palabras que  surgen como balas de muerte en mi corazón.
Mi alma está herida de injurias y sospechas, de dudas y de acusaciones; de juicios. Estoy harta de sentirme tan etiquetada por tu mente, por tu obtusa manera de ver las cosas. Estas ovillado en ti mismo y me desespera, mucho me desespera. ¿Qué he sido infiel? ... creo que lo seré, me seré infiel a mi misma si decido seguir a tu lado.

La máscara ¿mi personalidad?


"Luz soy yo: ¿ay, si fuera de noche? Pero ésta
 es mi soledad, el estar Circundado de luz..."
Friedrich Nietzsche

Cuando se entra al gran teatro de la vida, tan sólo queda el hecho de aprender a descubrir cuál será ese papel que nos toca representar. Me recuerda este simbolísmo de la máscaras griegas en el teatro, habría que enmascararse para darle vida a un personaje; de ahí, la noción de personare; hoy conocido como personalidad. Se dice que todos tenemos una personalidad, esto quiere decir que todos tenemos a alguien a quién representar. Mi pregunta sería ¿tiene que ver con nosotros mismos o no? es decir, ¿a quién represento yo a mi yo, yo ó a mi yo que esperan los demás de mi? ¡vaya cosa! de repente me pierdo en la dinámica del ensayo general de la vida.
¿A qué se referirá el filósofo de Basileia cuando habla sobre la tragedia? un filósofo dijo que lo trágico significa igualar el querer con creer ¿será? ¿Grave tendrá razón cuando nos da tan desdichado significado de lo trágico? Y es que quizá sea tan cierto... el igualar el querer con creer no es cosa fácil cuando se busca ser auténtico, cuando no se quiere interpretar otra máscara que no sea la de uno mismo. Más adelante nos dice que la verdad de un pensamiento está en función de las fuerzas que la determinan: el pensar acontece sólo como esa determinación de fuerzas y lo que se busca aclarar es esa determinación de fuerzas a pensar ups! ¿cómo le hacen para ser tan profundos? 
¿Será por eso que me siento tan agotada? por el hecho de no saber si lo que pienso y creo concuerdan con el hecho de ir en contra de la representación teatral y esforzarme a ser yo en el escenario de la existencia. ¿Será que mi tragedia consista en esto? en tener tan sólo instantes de felicidad y lo demás, el resto, luchar por ellos. Simplemente me cuesta trabajo comprender pues yo pienso como William Blake quien dice Las generaciones de hombres corren sin cesar en la marea del Tiempo, mas dejan los trazos de sus destinos grabados por siempre jamás. ¿Para qué  esforzarse tanto en agradar? sin tan sólo con ser uno mismo, uno deja su rastro, su trazo dibujado en la bella obra de arte que es existir.

viernes, 29 de agosto de 2008

Mi querido navegante de nubes:




Es extraordinario tener de nuevo su voz cercana a mi. Usted lo ha dicho, la palabra que ha decidido utilizar es la de "reencuentro" ¿será de verdad un reencuentro? me refiero al hecho de que quizá esos que fuimos ya no lo somos y ahora somos otros aunque ciertamente la esencia permanece de algún modo casi intacta.
¿Sabe? no recordaba mi caballito, creo que éste se fue con la nostalgia a galope. Si usted ha sabido de él o aún vive hágamelo saber pues en ese ser depositaba mucho de mis sueños y alegrías infantiles que el día de hoy traigo perdidos en este mi mundo laberíntico y es que ha de saber, que tratando de poner orden, todo se me movió de sitio y ahora los colores están mezclados con los sonidos, las palabras con las emociones y las sensaciones andan sueltas, en ocasiones pasan como burlándose de mi pero en otras, pasan días y simplemente no las veo. Mi mundo es laberíntico como le decía mas no un caos eh, no se espante si quiere venir pues en él todos los que sueñan son bienvenidos es quizá por la falta de estos seres que ya no tienen sueños los seres normales. Esto se ha vuelto algo extraño, algo solitario; pero yo aquí sigo en mis tonalidades azules, esperando a que vengan soñadores a cruzar este océano de caramelos hechos ilusiones.

Le doy la bienvenida. Espero que quiera seguir navegando entre estas nubes de colores y sabores diversos pues hacen falta magos de la palabra. Le quiero, no recordaba cuánto ¿cómo le quiero? sólo yo lo sé... He vuelto sin duda.


Suya por medio de la letra.

jueves, 28 de agosto de 2008

El placer de escribir como acción sublime





“Para este fin se dio al Hombre el más peligroso de los bienes: el lenguaje, para que dé testimonio de lo que él es”
Friedrich Hölderlin


Deseo y placer se unen, se convocan de modo que logran resurgir la palabra, una palabra que en si misma trae permeado el goce, el deleite de quien la escribe, de quien la dona al Otro para que sea escuchada, para que escuche el murmullo del texto como esa espuma –dice Barthes- del lenguaje que se forma bajo el efecto de una simple necesidad por escribir.
Escribir resulta entonces, una especie de donación al Otro, al que nos lee y trata de comprender lo que ha quedado testificado en forma de palabra. Es un juego de seducción con el Otro, no de dialéctica sino de seducción misma que es invocada por la palabra, pues ella, la palabra, en sí misma existe. Es el sentido el que hace que uno se la adueñe por instantes, tan sólo por instantes porque una vez pronunciada ya no nos pertenece, se da, se concede y a la vez es efímero el ofrendar de ésta.
Ya lo dice el pensador francés, no se puede escribir lo que no se leerá, el placer es justo lo que hace de un texto un gran relato; el placer, consiste en hacer de un encuentro algo sublime, algo inolvidable por muy efímero que sea el encuentro con la palabra. Es muy similar al acto de estar enamorado, cuando uno se coloca frente a la página en blanco, se pone uno en lo que diría Barthes, “La escenificación de la espera” si, cuando uno está enamorado se vuelve uno loco por esperar a ese Otro de quien estamos deseosos, tejiéndose de algún modo interdicciones casi invisibles que desentierran de lo más entrañable de uno mismo, lo inconfesable. Surgiendo de algún modo la angustia que nos lleva a la creación, la creación delirante, tan delirante como el entregarse al Otro sin más preámbulo, surge la palabra dejando tan sólo el recuerdo de la página en blanco, de pronto, se vive como en una especie de rapto, un rapto amoroso, hipnótico que da origen al “acontecimiento”, una especie de hierofanía en la cual se relata lo sagrado de uno mismo. 
Es esto quizá el sentido del goce en el texto, un sentido que nos lleva al hechizo mismo de lo que es la escritura, a la existencia escrita, no sólo de quien lo escribe sino de quien lo lee y comprende, es una apropiación mutua del acontecimiento sin que le pertenezca a ninguno. Es como el encuentro íntimo entre dos seres, se unen, se funden y al final, se goza; el goce es mutuo y efímero en donde tan sólo nos queda el recuerdo del instante inviolable, sublime, inolvidable. Un instante que se queda en la memoria de quien lo vivió. 
Así es la magia de la palabra, no es uno quien la posee o la domina, es ella quien elige ser pronunciada y hacer sentir “Nada hay donde falta la palabra” ya lo decía en una de sus sentencias el gran poeta Hölderlin, y en efecto, nada hay porque hasta el silencio es palabra.
De ahí, que el escribir no sea una cuestión tan solo de conocimiento gramatical o de experiencia al hacerlo; sino también, es la perpetuación de este juego de develamientos y prohibiciones que se gestan en la estructura del texto, es encontrar el modo de burlar lo obsceno, de hacer que se genere el sentimiento y no tan sólo la pantalla de éste. Es ir más allá de la presencia de la palabra, es descubrir, indagar y comprender su sentido más íntimo, tal como lo hacemos con la pareja.
El ponerse frente a un texto, es ponerse de cara a un mundo lleno de símbolos y sentidos y también de experiencias y sin sabores de la vida, ahora recuerdo un verso de César Vallejo, una frase tan corta pero tan profunda: “Hay dolores que se asemejan a la furia de Dios” bien, si esto no es una relación íntima entre el autor y su frase y quien la lee; entonces no le veo sentido al pronunciarla, al decirla; ni mucho menos, al hecho de que sea plasmada como una gran obra.
Es esto lo que hace de la acción de escribir, un acto sublime, un acto amoroso en donde lo que importa es lo que hay dentro de uno mismo, eso que damos al Otro cuando le queremos pertenecer aunque sea por instantes.
Ya para finalizar este breve texto, tomo las palabras de Walter Benjamín: “En las esferas de que nos ocupamos, el conocimiento, sólo se produce en fulguraciones. El texto es el trueno que retumba mucho después.



miércoles, 27 de agosto de 2008

Peace one day

Lemuria y el rescate del extravío de mi mundo

Son las 3:30 de la mañana y no he dormido aún, suelo hacer esto seguido porque siempre hay algo que me gana el tiempo y termino cediendo el tiempo de sueño para ese otro "algo" que me saca de la cama y me pone a escribir. 
Trato de leer un texto que habla sobre el extravío del mundo y de como las imágenes de nuestros tiempos alardean su orfandan, ninguna de ella tiene un sitio ya. Me recordó a Paul Virilio y su concepto de virtualización. De repente me pregunto si mis palabras hechas una imagen se convierten en eso, en algo  sin sitio, en algo huérfano y es que ciertamente cuando escribo, tengo la sensación de que lo escrito deja de ser mío y pasa a un estado de donación al otro, un darme al otro en forma de palabra. ¿Quizá porque busco la alteridad por medio de ésta, la palabra? ¿pero será posible hablar de ello cuando se habla de un extravío del mundo? ¿estaremos todos extraviados dentro de nosotros mismos? 
Es extraño como todo esto me surge de modo espontáneo a medio dormir y sin sentido alguno aparente. Tan sólo me pongo feliz de estar escuchando a Therion y su bella obra de arte en forma de música. Mejor dejo paso a esa bella música que me alegra el alma, pues es tal cual lo que soy, una mujer con alma musical y con ansia de encontrar lo mitológico de mi realidad Quisiera habitar en el continente de Lemuria y entonces no pensar más en ese extravío del mundo sino encontrarme con los Elders y convertirme en una L así, tal cual como inicia mi nombre. Creo que amo lo virtual pero detesto su vacuidad, su sin sentido que en ocasiones me hace sentir con esa sensación de orfandad absoluta. Quisiera habitar en Lemuria.

domingo, 24 de agosto de 2008

Navegando entre las nubes

Me encuentro navegando entre las nubes. Es maravilloso el espectáculo de luces que se ve desde arriba. En ocasiones me pregunto ¿por qué perdemos nuestra capacidad de asombro conforme más creemos conocer?

Es grandioso darse cuenta de que se es capaz de volar y lo digo de modo literal. Cuántas veces he ido y venido, cuántas ideas me han brotado desde estas latitudes del cielo y nunca lo había dicho. Es maravilloso dialogar con uno mismo en este espacio tan lejano de todos lados. Me gusta; no tengo idea si así será ese viaje tan temido llamado muerte.

Es extraño este regreso y debo decir que lo extraño radica en dejar algo pero no entiendo qué. Nunca he sido supersticiosa ni mucho menos de presentimientos extraños pero hay algo en mi interior que me ahoga la garganta y me hace brotar un lagrimeo involuntario. No sé si sea que no siento ya que regreso a casa  o que tal vez siento que hay algo en mi que no sabría describir. Me imagino como una especie de bolita que se pasea por mi interior plasmándolo de miedo, un miedo a no se qué. Pero que así lo decido llamar en lo que puedo comprenderlo mejor.

Me gusta esta especie de soledad, esta soledad de estar en medio de muchas personas que ni te hablan y hacen que ni te ven, ¡viva la vida líquida! Recordando a Bauman (de modo cínico) y es que aunque son criticables estos acontecimientos, en momentos me parece algo placentero. Tan sólo  mi máquina, mi música en este caso la voz de Lisa Gerard  y mi pensamiento tomando forma de palabra. Para mi, este es un momento que describiría  como sagrado desde mi influencia maravillosa de Eliade. ¡Wow! creo que me gusta esto de estar sobre un avión sin tener el compromiso de dialogar con nadie y de entregarse  simplemente a lo que dicte la música y el sabor de café que queda tras cada sorbo que doy, me gusta esta especie de intimidad masiva que de momentos me hace sentir como una  completa enajenada pues recuerdo a Lipovetski y su Era del vacío pero en momentos como éste es simplemente sublime el poder sentirme tan en mi momento sin ser ni siquiera un sitio que me pertenezca. Es en realidad esto ¿ser un habitante global? No lo sé, simplemente busco plasmar  lo que la oscuridad de la noche me inspira pues el viaje comenzó al atardecer y ahora sólo observo un horizonte perdido y lejano que se pierde en la oscuridad de la noche. Hasta mañana digo al mundo.

sábado, 23 de agosto de 2008

Recordando recuerdos

Es curioso estar en mi ciudad y comenzar a despedirse como de un pasado que ya no soy, como de eso que por fin he decidido dejar ir, volar y quizá desaparecer.
Me llama la atención estar en el lugar en donde están las fotos de ellos dos, de mi madre y de A. ambos; seres que he amado de un modo indescriptible y ambos, ya tan sólo en mi memoria, buen a A. eso aún no.
Creo que es la primera vez que vengo desde que me fui de la ciudad, que de verdad me despido no de mi familia, no de mi ciudad sino de esos recuerdos que no me han dejado fluir en mi ser. Creo que por primera vez estoy diciendo ya no, no más, ya pasó.
Veo esa foto familiar en donde aparece mi madre, me hizo recordar a Barthes y su cámara lúcida , al tratar de encontrar el puctum de esa foto;  el puctum es ese pequeño detalle que te hace sentir algo con respecto a la imagen que se ve y descubrí que es la sonrisa de ella. Esa sonrisa que he decidido plasmar en mis labios y ya no llorarle más.
Cuando veo la foto de esa ceremonia importante que me unió a A. decido esquivarla y no dejar que algo me llame la atención sin embargo, lo hace, es el vestido. Un vestido de novia impresionantemente bello, delicado, elegante, único; pues lo diseñé tan a mi gusto que no pudo existir uno más bello y perfecto. Me revestí con el traje del compromiso, de la promesa eterna, con el traje del amor, del amor por ambos pero más por el de mi madre pues confieso que me movió más el hecho de saber que sería la última ceremonia a la que asistiría. 
Es extraño estar aquí de noche platicando con un teclado tan sólo para llorar de modo silencioso con la intención de regresar a comenzar algo que me resulta totalmente incierto.
¿Será miedo? ¿será nostalgia? o ¿será tan sólo la sensación de estar creciendo? Temo tanto volverme tan adulta. 
Ahora no pondré imagen en este texto puesto que no hay nada que describa esto que tan sólo es un adiós a todos esos recuerdos y la ante sala de un futuro incierto que con certeza sé, que no es mas que un paso más profundo hacia mi interior.

viernes, 22 de agosto de 2008

Un pequeño homenaje a quien me dio la vida

Hoy sé que voy a morir,

Lo sé, no porque sea una bruja de verdad,

Lo sé porque los médicos me lo acaban de confirmar.

Hoy sé que voy a morir

y no le temo a la muerte,

Pero si le temo al sufrimiento.

Temo hacerte sufrir por mi ausencia.

Hoy sé que voy a morir

y lo único que temo

es que no me olvides, que no te

desprendas de mi amor, como debes

hacerlo de mis pertenencias.

Por eso hoy te pido

que no sufras lo inevitable,

que cuando muera,

tú me mates en tu recuerdo.

Ya no me ames,

ni mitifiques mi presencia.

Déjame morir, morir totalmente

pues si te aferras a mi, te aferraras a no existir.

Hoy sé que voy a morir

amor mío, y lo único que te pido

es que no sufras en vano; no llores

lo imposible.




domingo, 17 de agosto de 2008

Algo de magia



Los sueños se convierten en caramelos para la memoria, cada que me detengo y trato de recordar el primero que me surgió, me siento un poco confusa, intento caminar por los laberintos de mi memoria buscando la luz que surge del corazón que los dioses me implantaron en el cuerpo. Sonrío con las mujeres de mi alma y converso con cada una según la etapa en que me siento dispuesta a vivir.
Me retiro por instantes al jardín de mis sentires para ver como es que se ha dado lo cosechado, busco los frutos de mi caminar y poco a poco voy descubriendo un nuevo color crepuscular. De esos que se ven tan sólo cuando estas cerca; muy cerca de lo natural. Cuando puedes conversar con esa magia que sólo existe en la naturaleza.
Me siento en la ante sala del futuro, esperando tan sólo a mis diosas.

Un ratito de amor


Es increíble, hoy no desperté por campanadas eclesiásticas. Es tan acogedor estar en familia.
Me encuentro en mi bella ciudad, el Distrito Federal, tan caótico, contaminado e inseguro. Sin embargo, no hay mejor lugar para mi en estos momentos, pues siempre he creído que no hay mejor lugar que en el que se nació, No hay mejor comida que la que te hacen con amor, y no hay mejor cobijo que el que te da la familia.
Si, a eso vine, a obtener mi dosis de amor y paz familiar; bendita Pacha Mama que me otorgó un seno en donde nacer, crecer y hacerme. Hoy a pesar del cólico garrafal que me cargo me siento tan plena y satisfecha de mi vida que si pudiese llenaría de amor cada letra y signo de este pequeño texto que me hace sentir paz.
Gracias, es lo único que puedo decir hoy. GRACIAS.

domingo, 10 de agosto de 2008

Sobre el sufrimiento


Es domingo, de nuevo las campanadas me despiertan.
Hay domingos que me pasan como muy desapercibidos, pero hay otros como éste que parecen un suplicio, es como el recordatorio de que se esta solo. En ocasiones se me ocurren hacer miles de cosas, pero al final ni hago nada, tan sólo me sumo en mi sillón con mi máquina en piernas y mis letras. Es curioso como en ocasiones pienso que es lo único que me queda, mi palabra.
Sin embargo hay quien no cree en ella.
Dicen que uno se busca las cosas, o que uno decide lo que uno tiene; quizá sea cierto, pues mi decisión me llevo a estar aquí. 
¿Saben? es extraño estar en una ciudad que no es la de uno, o quizá dependa de qué ciudad porque aquí en donde vivo la gente es extraña, es como muy ensimismada y pocas veces encuentras a alguien que en verdad se preocupa por cómo está el otro.
Hoy estoy profundamente triste y no hay nadie que lo sepa ni nadie a quien le importe pues cada quien está pensando para si.
Admiro tanto a todos aquellos que se encuentran lejos de sus familias, quizás encerrados, o en medio de una guerra, solos, completamente solos y sin saber que es lo que les pasará.
¿por qué existe el sufrimiento? ¿para qué servirá? no entiendo, hay cosas que por más que leo y busco respuestas simplemente no las hay pues es eso el misterio de la existencia. Yo hoy me siento tan sola y triste que se que no merezco estarlo y no porque yo merezca ser feliz sino porque hay quienes sufren de verdad sufren. Siempre pienso en eso niños resultado de las guerras, niños que apenas  comenzaban a vivir y que de la nada matan a toda su familia dejándolos en una orfandad absoluta y por si eso no fuese suficiente, con heridas de guerra, discapacidades que no les permitirán ni siquiera valerse por si mismos. 
Vaya que es uno egoísta ¿cierto? yo estaba entregándome a mi tristeza y sentimiento de soledad pero finalmente no hay motivo, pues esos miles de niños ni siquiera tienen tiempo de lamentarse, pasarán años y años y nunca comprenderán lo que les ha pasado.
Me siento triste muy triste por no saber cómo poder hacer algo al respecto. Mi vida es tan común tan cotidiana que hasta tiempo me doy de lamentarme la soledad que yo misma me busqué puf! me avergüenzo pues no tengo derecho de lamentar nada.  

sábado, 9 de agosto de 2008

Savoir aimer

Sobre la lógica social


Es un poco tedioso hablar de lo que a uno le preocupa.
Hay frases en torno ha ese tipo de asuntos tales como "no te preocupes mejor ocúpate" 
Bla, bla, bla...
Es curioso como en pleno dos mil ocho, época de la posmodernidad, de la vanguardia, de la libertad de pensamiento,
y no sé cuantas cosas más se dicen con respecto a nuestra época global; es curioso y mucho como aún hay desigualdad y diferencias de género garrafales.
Es muy gracioso primero, que a una mujer que quiere y busca ser independiente se le etiquete de inmediato como "feminista"
y hablo yo desde esa etiquetada, si, tal cual, me siento como un producto del supermercado que tomó el hombre de letra A. y dijo "Esto por ser así es esto" lógica elemental del curso aristotélico. si p es q entonces q es p; silogismo resuelto y no hay más qué decir, cambio de tema.
Es igual de cómico el hecho de que si una mujer decide separarse, "seguro es por otro hombre" afirmación universal por lo tanto verdadera; no hay más. A nadie se le ocurre pensar que sea porque ella está cansada de sentirse triste, de no sentirse libre en esa dinámica y de que tan sólo busca ser ella misma sin ningún juez o mentor.
Vaya época! la lógica de éste siglo si que es curiosa. 
Hablar sobre independencia es complejo en estos días porque he llegado a descubrir lo difícil que es llegar a serlo. Yo pensaba que con el hecho de vivir sola y mantenerme a mi misma solita era ya independiente, sin embargo, descubro que es una falacia porque en efecto dependo de un empleo para poder lograr esto, y ahora que me encuentro en el estado de orfandad laboral, descubro que no soy tan independiente como lo creía, el hombre de letra A. ofreció ayuda, en primera instancia me pareció un gesto bondadoso y hasta caballeroso. Sin embargo bien dicen por ahí: "nada es gratis en la vida". Ofreció su "bondadosa ayuda" a cambio de que yo no estuviese con nadie más, que le respetará como "honorable esposo" puf! me sentí con fondo de Bach y vestido de crinolina, peluca de rulos y velitas por doquier alumbrando al son de la Toccata fúnebre.
El respeto se gana creo yo, no se paga por él, y aclaro a quien me lea: Que el hecho de que una mujer decida no seguir una relación no implica de modo necesario otro hombre en su vida. Habemos mujeres que podemos vivir sin un hombre protector porque ese ya lo tuvimos de padre, que si buscamos un hombre es para ser pareja (parejos) vivir en igualdad y amarse sin mesura y eso implica la aceptación total de modo mutuo, sin críticas ni condiciones. Eso es el amor creo yo, y una pareja se conforma de esos valores no del chantaje, no de la compra, del condicionamiento y mucho menos de la venta, es curioso como siempre en cada juicio va implícito el cuerpo, el cuerpo como un medio de dar y recibir, eso es todo lo que está en juego, la entrega del cuerpo, tal cual, como un producto que compro, poseo y no quiero prestar a nadie.
¿Saben qué considero hoy como independencia? quizá vivir en un lugar más humilde, no comer lo mismo, quizá comer poco o menos, quizá no salir ni al cine ni a tomar café, ni comprarse un libro, ni un cd, pero sentirse en paz y satisfecho de lo poco o mucho que uno logre por sus propios esfuerzos, la independencia real es amarse a tal grado que se haga uno valer y nunca preferir la comodidad al precio de la libertad de ser uno mismo. Eso es para mi la independencia, no venderse ni limosnear cariño, con el de uno mismo basta. 
Hoy resumo mis lecciones de vida que he tenido los últimos días, me siento cansada, pero satisfecha, muy satisfecha de saberme mujer, una mujer diferente y que busca de modo constante ser ella misma al precio de la independencia, la cual duele sí, un poco; pero sé que en un futuro leeré estás líneas y me agradeceré a mi misma el haberme dado el derecho de ser yo.

martes, 5 de agosto de 2008

Hacia un funesto porvenir




"Ya que el mundo adopta un curso delirante,
debemos adoptar sobre él un punto de vista delirante".
Jean Baudrillard

Razonar sobre la técnica en estos tiempos es pensar respecto a algo que se da por todos conocido, es un concepto que comienza incluso, a sonar añejo. La técnica es algo de lo que se viene hablando a partir de la época de la ilustración y que se ha ido consolidando con la época de la modernidad siendo una de sus autoafirmaciones la ya conocida y criticada por los frankfurtianos “Razón instrumental”, esa racionalidad irracional que nos lleva cada vez más al olvido del individuo.
Hoy hablar de técnica es hablar de muchas cosas más, tales como: virtualidad, inteligencia artificial, genética, cibernética, terrorismo, etc. Sin embargo, son tantos los avances y tantos los conceptos que se han venido integrando a nuestro lenguaje cotidiano, que es imposible confrontarse con cada uno de ellos y no cuestionarse por su sentido. Pero hacerlo requiere de mucho tiempo, por ello solamente enunciaré algunos de los puntos que me preocupan en cuanto a la deshumanización a causa de esta entrega tan automatizada e inconsciente del individuo.
Coincido con la opinión de Baudrillard cuando dice: “Si los hombres sueñan con máquinas originales y geniales, es porque desesperan de su originalidad [...] Pues lo que ofrecen esas máquinas es el espectáculo del pensamiento, y los hombres, al manipularlas, se entregan al espectáculo del pensamiento más que al mismo pensamieto.” Si consideramos que el pensamiento es aquello que trata de comprender a la realidad; la ecuación Razón = verdad = Realidad nos lleva a concebir a la razón como lo teórico y más adelante, nos lleva a entender a la razón desde una perspectiva tecnológica; es entonces como diría Marcuse “la racionalidad tecnológica” la que predomina en el hombre. Ahora bien, ¿este tipo de pensamiento, de razonamiento accede en realidad a la verdad? la verdad empeña y compromete a la existencia humana y es justo éste el proyecto esencial de la humanidad. Como bien dicta la sentencia de Píndaro “Llega a ser lo que eres” si el hombre verdaderamente aprende a ver y saber lo que realmente es, entonces actuará de acuerdo con la Verdad.

Pero el hombre mismo se está convirtiendo en un ser virtual, su pensamiento es el pensamiento también de otros ¿quizá estemos perdiendo la individualidad? ¿es acaso la pérdida de la propia identidad a lo que nos lleva la técnica? Heidegger ya lo decía de alguna manera cuando hacía énfasis en el hecho de que el hombre moderno tomaba la totalidad del ser como materia prima para la producción. Mi objetivo sea quizá demostrar el carácter instrumentalista de esta racionalidad científica en la que vivimos, esta racionalidad que se vuelve un a priori de una tecnología como lo plantea Marcuse, una tecnología como forma de control social y de dominio.
Es impresionante conocer e irse enterando de las investigaciones que la ciencia hace, por ejemplo: La genética. Es extraordinario saber la estructura exacta del ADN, saber que guarda el código genético, y es la parte principal de los cromosomas de donde emanan las informaciones de cómo la célula debe comportarse. No cabe duda que el ADN es una obra de la naturaleza, es una molécula enroscada en una hélice doble, construida de acuerdo con un modelo universal y bellísimo. Ahí reside el secreto de la vida. Es sin duda la obra de ingeniería más delicada y perfecta que el ser humano conoce, esta ingeniería que el hombre ha llegado a conocer al grado que puede incluso, “manipular” eso que podemos ser. Este conocimiento tan profundo del hombre, tan “exacto”, no deja de ser un avance como tal y una apertura al horizonte de sentido que cada ser tiene. Sin embargo, también es escalofriante saber que ante tanto conocimiento sobre el hombre, también se puede llegar a desconocer totalmente, al grado que la historia del Dr. Frankenstein puede sernos no tan ajena o ficticia como nos pareció de la novela de Mary Shelley; y al rato como especie no seremos dadores de vida, sino creadores de bestias si no es que ya lo somos. 
La intención de este breve texto no es parecer pesimista pero si realista, no podemos hacer que nada pasa, tal y como no lo hacen creer en la pantalla del cuarto poder. Sí pasa y eso que pasa es justo lo que somos. Nosotros estamos aconteciendo junto con la historia, nosotros somos la historia aunque Péguy diga que no hay historia sino solamente duración pública. Nosotros somos los que estamos y estamos siendo. Considero que nuestro deber (sin que sea un imperativo categórico) es la de analizar la situación humana, la de someter nuestra experiencia a juicios críticos, juicios que contengan un valor ¿qué significa esto? Que seamos atentos a lo que pasa y que lo valoremos por la vía del razonamiento, más vale tener una vida inteligente a una vida estúpida y sin sentido propio.

El fruto de las telecomunicaciones, es precisamente esto, el dejarse llevar, el hecho de que entreabre la posibilidad inaudita de lo que Paul Virilio llama “la civilización del olvido”, nos hemos convertido en un live coverage (“en directo”) en pocas palabras, estamos telepresentes en el mundo. Ya lo mentaba antes Marcuse con su Hombre Unidimensional pues hasta nosotros los humanos nos estamos volviendo seres virtuales. Somos parte extraordinaria del espectáculo de la vida pero ese es el problema, estamos siendo un espectáculo y no la vida misma. Al no ser sensibles a este grado de irrealidad, de juego, de espiritualidad irónica del lenguaje del mundo; equivale precisamente, a no ser capaz de vivir.
¿Es acaso el progreso del hombre un progreso tal, que hace que su propio rostro se le borre y se convierta definitivamente en no identificable, no sólo en el secreto de su rostro sino en el de cualquiera de sus deseos? ¿acaso tendrá razón Baudrillard cuando dice?: “Si todo hubiera sido perfecto, el mundo se limitaría a no existir, y si por desgracia acabara existiendo, dejaría simplemente de hacerlo […] por eso, sólo puede sernos dado como ilusión.” ¿Es entonces ya, el mundo, una mera ilusión de lo que somos? Sin duda, somos artífices, testigos y víctimas de toda una avalancha de acontecimientos pero tales sucesos no son más que el reflejo de la parodia que estamos siendo como especie ¿nos hemos convertido en un engaño? ¿somos simples personajes como los que vemos en las historias que nos cuentan? En palabras de Baudrillard “Nosotros mismos en tanto que seres vivos y mortales somos la huella de la imperfección criminal” somos presas de lo aparente, de lo que acontece en la pantalla, fruto de lo que Virilio llama la “nueva espectacularidad” ésta que es nacida de la urgencia de la técnica del tiempo real, comunicación masiva que se extiende de modo indiferente a la información política, económica, social o judicial. ¿Es acaso “Matrix” realidad y no ficción? Esta idea aparentemente “descabellada” de que somos parte de un sistema y la creación de otro, ¿no será nuestra realidad? ¿no será que en verdad no somos nosotros mismos y somos completamente manipulados por un sistema? Claro, no un sistema que se conforma de una plataforma y base de datos, pero si un sistema económico, político y social ¿en verdad la idea “Matrix” suena tan descabellada? Todo esto se va extendiendo incluso, a las pseudodiversiones liberadas de toda censura tales como: reality shows, clips musicales, juegos interactivos, etc.

Es justo esto lo que somos hoy, una pantalla del espectáculo de la existencia, una razón sin razón en donde lo que nos domina no es la propia voluntad sino la voluntad de un sistema que nos somete invisiblemente y nos manipula sutilmente, presentándonos la vida desde otra pantalla, la pantalla de la ilusión, en donde la liquidación del otro va acompañada de una síntesis artificial de la alteridad, pues si, el otro no es más que el “otro”, aquel que está ahí, buscando lo mismo que yo, trabajando por lo mismo y viviendo de la misma manera. Es así como la presencia del otro comienza a ser molesta porque es más una competencia que una compañía. El otro no implica lo que yo también soy sino lo que no me deja ser, por eso, es preferible no dotarle de rostro porque así me libera de la culpa si es que la hay. Con la técnica hemos entrado a la era de la producción también del otro. Y no se trata de matar, devorar, seducir, rivalizar, amar u odiar al otro sino de producirlo. El otro está en tanto que me sirve, en tanto que me es útil; las relaciones se han tornado convenientes en el sentido de que “mientras me convenga estoy contigo.” Los valores que implicaban cierta alteridad, hoy en día han cambiado su curso por ejemplo: ahora ya no se habla de matrimonio sino de unión libre, ya no se habla de familia sino de independencia, ya no se habla de noviazgo sino de free, ya no se habla de empleado sino de consultor, y así se pueden citar varios ejemplos. Esto no significa que se condenen ciertos modos de vivir o se juzguen como lo no adecuado, simplemente es interesante analizar como no todas las formas de existencia son verdaderas en el sentido de que nunca podrán realizar sus potencialidades en el gozo de ser. El sentido original de cada uno de estos conceptos lleva en sí mismo un acto, el cual, a causa de la falta de identidad con la especie se ha visto volatizado y superficializado. Somos productos y si no cumplimos con las reglas del mercado o pasamos el control de calidad, entonces no estaremos a la vanguardia. Ya lo decía Protágoras “el hombre es la medida del hombre” pero hoy su valor es muy fugaz, puede ser descartado mañana según lo que le convenga al mercado.
Sin embargo, hay un espíritu humano profundo, ese instinto de supervivencia que hace que trascendamos las situaciones y las épocas reinventando el futuro. Miramos hacia atrás viendo el pasado de nuestras vidas, de la historia de nuestro país y del mundo. Miramos hacia enfrente e intuimos un mundo ideal aún cuando estamos conscientes de que cuando el futuro sea presente, no será nada parecido a nuestras quimeras. El presente en cambio, no es más que el punto infinitamente pequeño, el puente diminuto entre lo que fue y lo que será.
La vida moderna ha hecho que nuestra cabeza viaje por mil ideas y fantasías mientras nuestro cuerpo permanece en el mismo sitio, es justo esto la telepresencia, la presencia no consciente de estar. ¿Qué caso tiene existir así? ¿no es precisamente esto, un estado de levedad como el que describe Milan Kundera? Vaya sedante el que nos han dado, ¿en dónde está toda esa parafernalia que nos describe como los grandes creadores, los civilizados, los inteligentes? ¿en dónde está toda esa bondad de la cual supuestamente fuimos dotados por un ser superior? o ¿es que en el inconsciente colectivo ya todos estamos convencidos y vivimos esperando al salvador? ¿es necesario que nos vengan a destruir para que nos percatemos de que “pudimos” haber sido una buena sociedad? Considero que este dominio del hombre por el mundo debería quedar en el olvido pues por años ha quedado demostrado que lo que menos puede dominar el hombre es asimismo, es más fácil pretender dominar lo externo, el mundo, la sociedad, la naturaleza pero no hemos alcanzado a dominar nuestra propia voluntad, nuestras pasiones, ni siquiera nuestros pensamientos. Y si se duda de esto que enuncio, basta con ver los acontecimientos de barbarie que se siguen dando, basta con ver que Auschwitz a pesar de lo trágico que fue, ahora queda en las conciencias de quienes lo vivieron de cerca, por otro lado, lo que ha estado aconteciendo entre Israel y Hezbolá ha sido una barbarie tremenda y no ha pasado ni un año siquiera y muchos ya ni se preocupan. ¿Es acaso éste, un nuevo tipo de humanismo? Y disculpen mi irreverente ironía pero es que ante tales sucesos lo más optimista que le queda sentir a uno, es precisamente eso, ironía, de lo contrario termina uno deprimiéndose y no haciendo nada.
Es cierto que todos estos acontecimientos aterradores que se han generado, también han dado origen a ciertas conciencias, un ejemplo es precisamente la conciencia ecológica la cual, le surge al hombre que es consciente de cuidar y preservar la flora y la fauna del planeta pero, ¿no será más bien el hombre quien debe pedirle a la naturaleza que lo salve? ¿no es demasiada soberbia seguir considerando que nosotros somos quienes debemos salvar al mundo? ¿no es más bien, el mundo el que debe salvarse de nosotros? 
La idea de que somos los únicos seres inteligentes del universo resulta tan irreal como presuntuosa ya lo decía Frei Betto “Pregúntenle a una abeja lo que piensa de nosotros” si bien, seremos expertos en la lectura de señales artificiales, como las letras o los restos que han quedado de las civilizaciones anteriores. Pero no somos capaces de prevenirnos ante los acontecimientos naturales, cosa que las demás especies animales lo hacen porque nos superan en la lectura de las señales naturales. Con la tecnología, nos hemos llegado a considerar los hacedores de todo cuanto existe y si no, de menos, los que pueden controlarlo; pero hay más historia de lo que el hombre se imagina, más pasado, más tiempo del que podamos cuantificar. Por ejemplo, cada uno de los electrones que componen nuestra estructura orgánica y vital lleva en sí una historia del mundo que jamás se pierde, estuvo en el big bang y en la fusión termonuclear de las estrellas, en el hierro que se quebró en la explosión de una super nova, en los gases calientes que moldearon la tierra, en los primeros insectos, en las plantas, en los seres humanos que nos han precedido. La ciencia sólo conoce fragmentos de la realidad y es la realidad la que se devela, la que se muestra, no el humano ante ella.
No obstante, a pesar de tantos avances impresionantes, de tantos descubrimientos, seguimos aquí, rodeados de enigmas y soportando sufrimientos. Si es verdad que el hombre se ha superado entonces ¿por qué hay hambre? ¿por qué hay guerras? ¿por qué hay discriminación, opresión, enfermedad, ignorancia, incomprensión, vejez, muerte? ¿por qué lo maravilloso de la existencia sólo es disfrutable para los que disponen de recursos financieros? ¿por qué solamente unos cuantos tienen una vivienda confortable, un vehículo, un móvil, una computadora? Si parece que todo esto ya es parte de las “necesidades básicas” de la humanidad, vaya ni siquiera la realidad ideal que nos han metido en la cabeza la podemos alcanzar, el tipo de vida que nos han presentado como el “adecuado” no es un tipo de vida que esté al alcance de todos, ¿será acaso una especie de selección antinatural pero que nos quieren presentar como natural?¿no consideran que algo extraño esta pasando con la especie? Si se supone que cada día estamos más informados y tenemos más acceso al conocimiento, entonces ¿por qué si somos los únicos animales capaces de preparar nuestro propio alimento, somos tan brillantes y frágiles a la vez? Es lo mismo que el político que aprueba las medidas destinadas a reducir más el acceso a poblaciones carentes a la canasta básica y no puede prescindir de su poderoso BMW, es tan absurdo como el intelectual que firma tratados a favor de la tolerancia pero rechaza a su hijo homosexual, tan contradictorio y repulsivo como el sacerdote que se llena la boca de moralismo bíblico y abusa de los infantes. Sin duda alguna, hay algo extraño en los animales supuestamente inteligentes conocidos como hombres y mujeres.
¿Será por eso que se ha dado la existencia de una inteligencia artificial? ¿una inteligencia que piense por nosotros? Una inteligencia que no es mas que la sofisticación delirante de los datos y operaciones que no hace más que confirmar que se trata de una utopía realizada del pensamiento; en donde nuestros pensamientos serán actualizados antes de ser pensados. En palabras de Baudrillard: “La inteligencia artificial no contiene ni la sombra de un artificio, ni la sombra de un pensamiento de la ilusión de la seducción, del juego del mundo, mucho más sutil, más perverso, más arbitrario.” En pocas palabras, la inteligencia artificial no es más que un espejo de lo que buscamos ser, pero que nunca se igualará con aquello que no hemos creado nosotros, como nuestra propia inteligencia. Y aclaro que no comparto la teoría creacionista del hombre pero es evidente que nosotros mismos no nos hicimos el cerebro.
Por eso considero que hemos llegado al extremo de la técnica, la realidad virtual es eso, un extremo. Esto es mucho más grave que la alienación técnica o que la inautenticidad heideggeriana, esto, no es más que el proyecto de desaparición irreversible, en la más pura lógica de la especie. No hay sitio en este mundo para dos tipos de inteligencia, la natural y la virtual, no hay sitio para el mundo y su clon. ¿Acaso es necesario crearnos un mundo virtual? ¿es tan inhabitable el mundo real? ¿es tan terrorífico que necesitamos vivir en la fantasía de lo real? Pero una fantasía que ni siquiera tiene un sentido mítico sino una fantasía que más que serlo es una especie de sedante de conciencia, en la que de modo colectivo se va acumulando una cierta neurosis. Como ya lo plantea Freud en su obra El malestar en la cultura. ¿Acaso esto no nos hace prescindir precisamente de lo mítico, de lo trascendente incluso lo metafórico? ¿por qué preferir los encadenamientos metonímicos, como si eso fuese solamente la existencia? ¿es necesario soslayar a la muerte con este precio? ¿el precio del sudario transparente de una inmortalidad hecha a la medida?
Así las cosas, entonces podemos decir que todo lo que poseemos se convierte en el lugar de la inexistencia del sujeto, de su deseo de inexistencia. Un sujeto sin inexistencia propia es una hipótesis tan vital como la de un sujeto dotado de responsabilidad metafísica.
Sin duda, la humanidad sigue dejando huellas por todas partes: hay virus, gérmenes, catástrofes; estos signos de imperfección que no son, sino la firma del hombre en el corazón del mundo artificial. No sólo la inteligencia artificial sino toda la elevada tecnología nos demuestran el hecho de que detrás de los dobles, las prótesis, los clones biológicos, y las imágenes virtuales, el ser humano está aprovechando la ocasión para desaparecer. Sí, las máquinas son maravillosas en el sentido de que le devuelven al hombre una especie de libertad pero irónicamente la libertad que obtiene el hombre con ellas, es la libertad del peso de su propia voluntad. 
Estamos tan inmersos en el encantamiento de lo virtual que ya no sabemos qué hacer con el mundo real, lo real dice Baudrillard, esta en paro técnico. ¿Qué será de nuestro pensamiento? ¿acaso comienza a convertirse en un fósil, una especie de huella arqueológica, digna de ser visitada como atracción especial bajo el apoyo de un think operador? parafraseando a Baudrillard: solamente podremos entender la esencia del mundo si podemos entender en toda su ironía, la verdad de esta equivalencia radical. Y ya para terminar, no hay mejor frase que la de Wittgenstein “Deja todo como es”.



Pacha Mama




Hoy levantamos nuestros corazones hasta ti Pacha Mama madre cósmica infinita.
Recibe el rito profundo de nuestro interno fuente de todo agradecimiento.
Por todas las bendiciones que engendras, que un día encontremos el camino de
compartir entre nosotros, todas las bondades que nos brindas.
Responder a tú universo, con armonía entre nosotros por la dicha de estar vivos
y la oportunidad de servir a nuestros hermanos.

Hoy que los tiempos cercanos están...
...Luces eternas, soles de amor... (plegaria quechua a la Pacha Mama)

domingo, 3 de agosto de 2008

Con respecto a la Nostalgia


No puedo menos que pensar dolorosamente cuando se habla de nostalgia. A veces a mi me parece insoportable. No es que no tenga nostalgia de nada, no, al revés, mucha, quizá demasiado y son eso, exacto, fantasmas, siempre los mismos viejos y estúpidos fantasmas que se aferran a ti para quedarse pegados no como fotos viejas sino como sanguijuelas. No me gustan las nostalgias porque me hacen sentir que el presente desmerece de nuestra atención, por eso creo que la nostalgia y la esperanza son dos vicios simétricos del corazón que nos hacen hipotecar el presente en aras de un pasado o de un futuro que no son, que de ninguna forma son. Lo único que cuenta es el presente, éste, que puede ser de hierro como decía Borges, pero que es lo único que de verdad tenemos. La nostalgia es como el hubiera, la alternativa perdida, lo que no hicimos, lo que se quedó en la orilla y que desde ahí creemos que nos hace guiños y nos llama pero no es así, Max Frisch nos recuerda esto. Sólo tenemos este presente.

sábado, 2 de agosto de 2008

Sobre los silencios


Los silencios se meten a mi conciencia, hablan no muy quedo sino todo lo contrario. Creo que quieren gritar, gritarme sin decir absolutamente nada. Quizá sea por todo lo que han visto y no dicho, no lo sé..

Hoy hace frío, mucho no sé si sea afuera el mal tiempo o aquí dentro, no me he sentido bien del todo, mi cuerpo me ha estado pidiendo mucho descanso, está agotado. Me imagino como una especie de estrella dentro de mi que se prende y se apaga de modo constante como si se tratara de una agonía simbólica por el pasado que estoy dejando a cada instante regado tras de mi.

Es extraño sentirse así, tan feliz y tan triste a la vez, hoy no tengo idea de si lo que hago es lo adecuado o no, simplemente creo que eso ya no es lo que importa hoy día. Hoy lo que acontece en mi vida es tan sólo lo que debe ser y no lo adecuado; cansada estoy de todas esas morales, de esos juicios que sin sentido los hacen para simplemente sentirse importantes. Vaya cosa! Desearía despertar de este letargo que me cargo, que me acaba por momentos pero que me hace sentir alivio. Si, un alivio profundo muy, muy profundo y lleno de misterios por descubrir.