jueves, 25 de octubre de 2012

La vuelta hacia mi misma



Hace tiempo ya que no sentía tal impulso, el impulso de venir aquí y empezar a tocar letras como quien toca a su ser amado. Y es que me desvanezco entre las ideas que van y vienen en mi mente tratando de decirme algo sin embargo, encuentro que no hay nada concreto qué comprender, tan sólo se trata de vivir y sentir. 
Mi conciencia ha venido de nuevo a susurrarme al oído la verdad que descubrí hace un par de años y que parece que se había metido entre memorias e ideas amontonadas. Hace poco me decía un amigo dedicado a la fenomenología, que le parecía que tenía mucha personalidad. Al principio, me incomodé como suelo hacerlo cuando me halagan y no es que no me gusten que lo hagan sino que hay algo interno que se mueve y me hace sentir una especie de sensación que no controlo del todo. Sin embargo, ya que medite el comentario tan sólo unos segundos, me pareció que se trataba del resultado de toda una labor de años por estarme construyendo y no ha sido una labor fácil. Ya que la construcción de si mismo se lleva años en tiempo pero demasiadas vivencias acumuladas y asimiladas. Muchos momentos de dolor y muchos de alegría. Y también muchos maestros en el mundo de la vida. 
Hoy recordé que en efecto, hace tiempo que vengo habitando este mundo, con una gran impulso hasta en la hora más indiferente e insignificante de describir el mundo, como si fuese la primer mujer que lo habita, que lo siente, que lo vive y que lo ama. De ahí que nunca intento escribir poemas de amor pues éstos, son formas ya habituales y corrientes y demasiado difíciles.  Se requiere mucha madurez para dar algo propio en donde ya hay grandes cantidades de buenos y brillantes textos.
Prefiero mis motivos generados por mi propia vida. Describo mis tristezas, mis anhelos, mis pensamientos fugaces y mi fe en algún tipo de belleza que descubra en el día. Describirlo con una muy callada y humilde sinceridad, con las imágenes de mis sueños y los temas de mis recuerdos. Haciendo entonces de mi vida cotidiana un verdadero poema. Un poema infestado de todos los rumores del mundo. Acudiendo de vez en cuando a mi niñez, esa riqueza preciosa en donde guardo mis recuerdos atesorados y de donde surgen las sensaciones únicas de un vasto pasado.
Es justo de este modo, como se ha ido conformando mi personalidad, ampliándose de este modo, mi gran soledad, mi vuelta hacia mi misma. Inmersa en mi mundo propio y más íntimo que es en donde se gestan los versos de mi existencia. No importa si son buenos o malos pues son mi más querida y natural propiedad, son los fragmentos y la voz de mi propia vida. 
Nada mejor que adentrarse a uno mismo, explorar las profundidades de donde brota mi vida. Ese manantial en donde se encuentran todas las respuestas a mis propias preguntas. Cargando de este modo  mi propio destino, llevando su peso y su grandeza sin preguntarme nunca por el resultado final. Pues nada nos viene de fuera, somos creadores de nuestro propio mundo y parte de la naturaleza a la que nos hemos incorporado.

domingo, 21 de octubre de 2012

Añorando ser una Beat


"Me sorprendió, como siempre, lo fácil que era
 partir y lo bien que se sentía. 
El mundo se me llenó de pronto
 de posibilidades." On the Road, 
de Jack Kerouac.

Este sentimiento lo comparto tanto con Kerouack mi Beat favorito. Y es que así  fue, así ha sido y así será. Siempre es fácil partir. Si hubiese vivido en aquella época, seguro hubiese sido beat. Me hubiera entregado al alcohol a las drogas y a esa intensidad y pasión loca por vivir. Hoy, el mundo es tan hostil que es imposible ser tan radical. Basta con ser uno mismo y eso ya es ser radical para los que me rodean. Que pena que los ideales se están quedando plasmados como historia universal, que triste que ya no haya de esos seres que confrontan y retan a la existencia de modo tan escandaloso y aún así pasen a la posteridad como genios. No, ya no hay genios de esa índole sólo los hay de escritorio y ciencia. Incubados todos ellos por el sistema.
Seguro que Kerouac y yo, hubiésemos hecho el amor más de una vez, seguro que hubiéramos experimentado sexualmente juntos entre alcohol, droga y letras sin duda alguna, una creación mía hubiese sido conocida.
Ahora todos son escritores, todos son radicales de red y todos han confrontado a la vida a través de sus pequeñas libertades. Ahora resulta que todos viven furiosos contra las injusticias, el racismo y desigualdades.
Yo me pregunto ¿contra quién van? No hay apartheid que terminar, hay todo un continente que rescatar. No hay kukusklan que combatir el racismo es ya esencia de la humanidad. ¿Contra quién van?
Si, añoraría ser una gran beat, escribir sobre la naúsea que es el mundo, bebería hasta perderme y follaría sin cansancio con tal de estar ahí, ajena a la realidad. Hoy no me permito ser beat, pasó el tiempo en que serlo era auténtico y tenía sentido.