sábado, 6 de febrero de 2010

Divagando

Es bastante agradable encontrarse a solas consigo mismo. Después de una semana de mucho estrés laboral y adaptándome a mis nuevos horarios de vida, encuentro que la sensación de alegría va volviendo poco a poco. Ha sido un poco difícil, más por los malestares físicos que me he cargado últimamente y es que no me imagine que dejar un medicamento me trajera tantas consecuencias sintomáticas. Lamentablemente la solución por este momento ha tenido que ser el no dejarla y seguir a la dosis anterior ufff no sólo molestó a mi bolsillo sino a mi temor de nunca estar sin esa droga. Sin embargo, creo que por el hecho de estar lejos de mi familia y solita, es mejor que haga lo necesario por no sentirme mal ni física ni emocionalmente.
He comenzado de nuevo a dar clases y ha sido una maravilla puesto que he regresado al aula en donde siento que en verdad hago algo valioso, me siento feliz por ello y es que no hay nada más bello que sentir que se está dando uno a sí mismo de modo sincero a los demás. Mi vocación de docente cada día se fortalece más, ni yo imaginaba cuanto extrañaba hacer eso.
Por otro lado ando trabajando en un texto sobre el concepto de ideología, Althusser es más que claro en explicarlo y mucho tiene que ver con lo que he pensado estos días con respecto a mi labor docente, y es que no hay duda de que la educación es un aparato ideológico tremendo y lo veo en la reglas que hay en la Institución para la que laboro, y lo que es de gran interés es que en efecto como dice el pensador; "Ningún aparato ideológico de Estado dispone durante tantos años de la audiencia obligatoria" Ojalá algún día se pueda hacer algo por que la ideología trasmitida sea la más idónea pero a saber, ¿habrá ideología idónea? es decir, ¿habrá algo tan auténtico como para en verdad pensar en el bien común? lamentablemente a mis ya treinta y tantos años, lo dudo.
En fin, las lágrimas se van pero llegan las dudas...

1 comentario:

Tropiezos y trapecios dijo...

Es normal seguir teniendo dudas por mucho que pase el tiempo, lo bueno es que se perdieron las lágrimas.

A fin de cuentas todo es avanzar ¿no?, sólo avanzando se alcanza la meta.

Un saludo.