Hay tanto que decir y a la vez nada. El silencio me invade por lo repleto que se encuentra de palabras amontonadas. Me desahogo a solas, cual debe. Intento mostrar mi máscara más amena pero aún así, soy tan transparente que mi ser traspasa la máscara y le dice al mundo quién soy. Quizás nadie lo entiende y creo es mejor.
Comienzo un nuevo viaje, me emociona pero como toda partida, duele y mucho. Cada instante me cuestiono si aún es tiempo de volar pero mi espíritu es libre y quizás esta libertad me condena a una soledad social, aclaro; social. ¿ Pues qué mejor compañía que la propia?
Últimamente me asfixia la compañía de cualquiera, me siento asmática del alma.
La magia se encuentra en cualquier percepción humana, tan sólo, basta que dejemos al misterio actuar dentro de nosotros. Somos magia que habita en los tiempos hipermodernos el problema es que tememos a nuestros propios hechizos y nos da miedo descubrir la belleza de la vida por eso no vivimos sólo nos consumimos.
jueves, 19 de septiembre de 2013
Asmática del alma.
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