miércoles, 1 de octubre de 2014

El intento se hizo...

Cada año le escribo como una especie de rito, este año me propuse no hacerlo, como para dejar fluir el recuerdo y se perdiera entre las letras impronunciables y así, quizá sanar.
No pude, la herida es tan profunda pero es más profundo el recuerdo inalienable de su sonrisa y de sus palabras que siempre mentaban el gusto por mis letras. Es por ello que pese a mis intentos absurdos de no escribirle renuncio.
Hoy hago llegar estas letras al más allá que quizá termina siendo un más acá. Hoy deletreo muy cariñosamente el amor que le tengo y la admiración infinita por todo lo que hizo en la tierra. Me gusta pensar que anda por doquier tan sólo examinando y saciando su curiosidad que hizo a bien heredarme. El mundo es bello gracias a su vientre del cual yo provine. Vaya mundo este que habito por este momento, y es que en mi mundo todo es más amable, menos confuso y por obvias razones más accesible en su habitar. Detesto que la gente me confunda y me hagan pensar cosas que terminan siendo falaces. Ella, de quien les hablo, siempre me dijo " No dejes que envenenen tu alma pues de lo contrario resurgirá de ti un ser que no eres" y bueno, he aquí la tragedia de mi existencia, esta lucha agotadora entre mi esencia y el mundo.
Es por ello que hoy homenajeo a Ella quien me ayudo a llegar a la tierra y me hizo renacer como la conciencia que soy o como diría el buen Leibiniz como esa "mónada" que me ha tocado ser. 


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