domingo, 30 de noviembre de 2014

México en la penumbra



Nadie quiere molestar al prójimo, es una actitud loable cierto pero no para el filósofo. Un filósofo que no molesta al que esta próximo entonces no es filósofo. El pensar hace temblar y quienes amamos a la filosofía la pasamos temblando. Ideas van y vienen, se mueven en diferentes direcciones y se intenta consolidar sino la verdad por lo menos lo más allegado a ella.
¿Qué pasa ahora en este país? me duelo al ver que la realidad me rebasa y no tengo palabra que lleve a una opinión siquiera. No tengo opinión porque como decía Wittgenstein "de lo que no se puede hablar, mejor callar" demasiadas frases son las que se dicen, demasiados hechos que ni siquiera se asimilan cuando acontece otro. Si, "Acontecer" es la palabra propicia para definir el tiempo histórico presente. No hay tiempo de digerir, la realidad se deglute y ni siquiera pasa por algún proceso de digestión. Me ovillo en mi propia trinchera y es que no tengo nada que agregar al mundo ante tanta barbarie me quedo inmóvil. Muchos podrán juzgar mi postura pero es muy distinto quedarse inmóvil a ser pasivo. Sin embargo, me da pereza hacer más precisión al respecto. Aquí el punto es en realidad que no hay punto, no hay cosa alguna que yo comprenda con respecto a lo que pasa fuera de mi propio mundo y es que en verdad no entiendo en dónde se encuentra el sentido. Toda la gente inconforme habla, grita, demanda y me parece algo admirable sin embargo, por desgracia la historia no esta a su favor o mejor dicho, la realidad misma que los esta consumiendo. Se consumen entre si con las tragedias, hay una especie de olla express en la que se esta cociendo todo pero todo queda ahí dentro, nada fuera; incluso hasta el ir más allá de las fronteras es un adentro.
Es justo la naturaleza del sistema que nos controla, que nos dictamina lo que debemos ser , hacer y pensar. Nada errado estaba Heidegger cuando mentaba justo esto y es que nos engulle el sistema, nos devora y además nos vomita y se regodea en su propia suciedad. 
Algunos hablan de teorías de conspiración, otros hablan del sionismo, no tengo idea de que se trate realmente porque soy neófita de la misma existencia, sigo aprendiendo a existir pero lo único que puedo sostener es que la condición humana sigue siendo tan endeble y tan poco precisa pero paradójicamente tan predecible que es tan fácil que lo importante se vuelva efímero y lo efímero trascendente e incluso inolvidable.
No tengo mucho que decir, ni qué hacer, tan sólo me mantengo alerta para lo que se ofrezca. Pero seguiré intentando molestar al prójimo.



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