jueves, 28 de abril de 2016

Después de unos meses...

Por fin he decidido hablar ya de mi. Siempre he dicho que soy una especie de ser que nunca tiene sitio y por lo mismo soy libre. Mentira, si tengo sitio. Hace unos años me despedí con dolor de una ciudad que si bien no me dolió dejar, me dolió irme como me fui, llena de tristeza y fracaso. En ese momento tenía la opción de regresar a mi "origen" o irme a otro lugar. Decidí lo segundo, fue como llegué a Playa del Carmen, gracias a la motivación de Yv quien en ese momento era de los seres más importantes en mi vida. Hoy ya no existe en mi mundo, tan solo como un recuerdo agridulce pero agradezco porque supe en momentos lo que era tener una hermana. No fue fácil vivir allá por todo lo que implicó de mi misma, yo nunca había tenido que hacer tanto esfuerzo por sobrevivir en todo sentido, tanto a nivel físico, emocional como espiritual. Sin embargo, desde el primer día supe que era mi sitio, siempre me sentí parte de ese lugar y hubo varios momentos en los que me agradecí a mi misma estar ahí. después de 7 años decidí que era tiempo de "regresar" a mi ciudad, consideré que era necesario debido a que mi familia es importante y tenía la necesidad de estar cerca de ellos y también pensé que sería más fácil encontrar una estabilidad que no encontraba en Playa. Comencé a trabajar en la idea y todo se dio, yo siempre he sido de la idea de que cuando las cosas tienen que acontecer, todo se va dando de modo mágico y acomodando de tal suerte que las cosas son fáciles. Así me pasó, todo se fue concibiendo de un modo casi perfecto, trabajo, casa, y hasta en ese momento hasta el amor. Eso lo único que hoy significa para mi es que en efecto, no decidí mal, que en verdad era necesario ya estar acá. El amor no existió en realidad fue un espejismo, el trabajo esta y vivo agradecida por ello, donde vivo me gusta y mi familia esta pero sigo casi igual de distanciada pues la vida en esta ciudad es compleja, todo es lejos, no hay tiempo, los trabajos consumen al ser y los meten en una dinámica autómata de la que no se puede salir si quieres sobrevivir. Sí; esto es la ciudad, un sitio en el que se encuentran personas que amo, amigas y amigos que no puedo ver porque no hay tiempo, un lugar en donde sobra qué hacer, museos, teatro, música pero que no se puede ir porque no están cerca y no hay dinero que alcance para ello. Siempre ha sido así, no es nada nuevo pues toda gran urbe es lo que implica y hoy me siento satisfecha por mi decisión, soy feliz con ella pues pese a que no me he sentido bien del todo, he visto mucho sufrimiento en general, mucho inconformismo de las personas, mucha angustia, mucho estrés. Hoy estoy satisfecha porque ya corroboré que en definitiva no es mi sitio ya. Uno siempre cree que el lugar en donde se nació  es el sitio de uno pero no, hoy estoy convencida de que el único sitio al cual pertenezco y del que debo preocuparme es mi propio ser y que cualquier lugar en donde yo me encuentre podrá ser mi sitio tan sólo debo procurarme lo que realmente quiero y una vida de ciudad no es lo que yo busco eso es un hecho. La cercanía con las personas que amo es tan relativa, estaba más en contacto cuando estaba "lejos" acá no me da la vida para mandarle ni un mensaje. La estabilidad que tanto añoraba en Playa y que ingenuamente pensé que acá por ser "mi sitio" encontraría, ya entendí que esa estabilidad sólo la encontraré dentro de mi, que aunque tenga un trabajo estable, una pareja, si yo no quiero no hay estabilidad y que aunque no tenga a nadie a mi lado y no sea fácil mi sustento, si yo quiero puedo tener estabilidad. El mundo (insisto) no es como nos dicen que es y uno se aferra a ello porque es el único modo que se conoce pero no, en realidad hay múltiples opciones para ser; el secreto es no dejarse llevar por los miedos.
Hoy soy una mujer de 40 años, soltera, independiente, con todo un proyecto de vida por delante tan sencillo y simple como el decidir ser feliz. Hace no mucho seguía creyendo en la educación como la única esfera intocable a través de la cual se gestaría un cambio pero hoy me doy cuenta que si es así pero no en la Institución, las instituciones educativas están siendo el cáncer para la educación, han decidido ser empresas y no ser nichos de cambio social. Hace poco todavía creía en la importancia de tener una pareja pero hoy me doy cuenta de que en efecto, tener una pareja es muy bello y afortunado para quienes logran consolidar una relación sana en la que ambos crecen, se admiran y se transforman en mejores día con día juntos pero esto es tan complejo de conseguir pues abundan las parejas que no son felices que he llegado a la conclusión de que es mejor consolidarse con uno mismo y saber permanecer en el mundo tal como llegamos, en una soledad que implica crecimiento, evolución y transformación. Pues Rilke lo dijo, la soledad es el mejor estado para la creación y ¿qué mejor creación que la de uno mismo?


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