Fue mi cumpleaños, 43, suena a que ya soy adulta pero en varios momentos del día lo pongo en duda. A veces quisiera nunca haber dejado de ser.
Soy una mujer muy afortunada de eso no tengo duda alguna, el amor me llega por diferentes fuentes y de diversas maneras, sin embargo, tengo la maldita tendencia de poner mi foco en lo que no tengo como en las ausencias tan profundas de ellas tres. Este año en específico me hicieron falta, las extraño tanto y ahora que fue mi cumpleaños viví un vacío muy profundo de ellas. Incluso extrañé a Yv esa amiga loca que no tengo idea dónde se encuentra, le pido a la vida nos dé la oportunidad de renacer juntas.
Estoy muy agotada y con mucho por hacer, pero no quería dejar pasar un día más sin pronunciarme, el mundo está caótico, mi cerebro lo está y mi alma va y viene, en el pasado sería una mujer fuera de sus cabales hoy simplemente soy una mujer con depresión, una más de tantas.
El mundo gira y se mueve a su ritmo y yo así soy pero la realidad me sorprende de repente distraída y entonces es cuando cometo la gran cantidad de torpezas que han hecho que algunos seres resulten lastimados y otros me lastimen.
Ahora estoy segura que mi gran negociación que hice con A. me está saliendo en suma cara, nunca debí subestimar ni mis emociones ni mi memoria ni mi propio ser en juego. Ni hablar, una de mis torpezas, sólo espero que realmente valga mucho la pena todo el llanto de estos días y que con lo invertido en verdad aprenda de qué va la vida, si no el secreto más guardado que seguro está en la Atlántida, si logre conseguir el mapa para llegar a él. Esto es lo que soy y aún no soy lo que debo ser, usted discúlpeme señor Píndaro, aún no lo logro.
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