Estoy cansada de esta soledad, te pienso y comienza mi extraordinario encuentro con las sensaciones. Comienzo por la emoción en el estómago y el cosquilleo en mi misterio, humedezco por tan sólo imaginar que te encuentras en frente observándome simplemente con tu mirada profunda. Te pienso sentado expectante de lo que yo haga. Me siento, abro mis piernas para incitar tu deseo, te invito a disfrutar de mi con la mirada que me surge de verte sediento.
Pongo mi mano en mi misterio, acaricio suavemente resbalando con la humedad del deseo. Acaricio mi seno izquierdo suavemente para sentirte en mi, en esta memoria que sólo tiene recuerdo de ti. Comienzo a flotar, imagino tu aliento sobre mi rostro, te siento, te añoro. Mi índice entra, me hace temblar recordándome esos espasmos que compartíamos. Voy al encuentro con el éxtasis y me entrego.
Respiro profundo recordando tu sexo, me vengo suavemente y te pertenezco completamente por instantes. Termina el espasmo y junto con él, la ilusión de volverte a tener entre mis piernas.