Mostrando entradas con la etiqueta deseo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta deseo. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de septiembre de 2009

Recordándote en mi.

Estoy cansada de esta soledad, te pienso y comienza mi extraordinario encuentro con las sensaciones.  Comienzo por la emoción en el estómago y el cosquilleo en mi misterio, humedezco por tan sólo imaginar que te encuentras en frente observándome simplemente con tu mirada profunda. Te pienso sentado expectante de lo que yo haga. Me siento, abro mis piernas para incitar tu deseo, te invito a disfrutar de mi con la mirada que me surge de verte sediento.

Pongo  mi mano en mi misterio, acaricio suavemente resbalando con la humedad del deseo. Acaricio mi seno izquierdo suavemente para sentirte en mi, en esta memoria que sólo tiene recuerdo de ti. Comienzo a flotar, imagino tu aliento sobre mi rostro, te siento, te añoro. Mi índice entra, me hace temblar recordándome esos espasmos que compartíamos.  Voy al encuentro con el éxtasis y me entrego.

Respiro profundo recordando tu sexo, me vengo suavemente y te pertenezco completamente por instantes.  Termina el espasmo y junto con él, la ilusión de volverte a tener entre mis piernas.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Sobre mis calles corporales


Camino entre las calles de mi cuerpo con la memoria impregnada de lo que supongo sería  tu mano. Todo de pronto se mengua entre mis ideas y resurgen los sentidos y sensaciones que me hacen brotar la pasión de ti.
Te deseo con caricias interminables, con humedad que se desborda por la cascada del misterio. Mis montes adquieren fronteras infranqueables, te guardan luto por tu ausencia. Y desean ser escalados por la suavidad de tu lengua.  La geografía de mi ser simplemente se desliza ante el susurro del viento, grita tu nombre en silencio y mi mano se convierte en la tuya. Me tomas, me deslizas poco a poco tu índice por todas mis calles. Llegando a mi misterio, lo introduces causando un temblor masivo por todas las terminales nerviosas. Mi cerebro se contrae y me hace perder todo concepto, me resguardo en los recuerdos de tu aliento y me concentro en la respiración agitada, en el sudor de mi cuerpo que no para; y en el espasmo que añora tu presencia.
Sacas el índice, lo recorres por mis calles poco a poco para llegar a mis labios, me pruebas en mi y me pierdo en el misterio de tu mirada imaginada, de tu presencia ficticia... duermo.