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lunes, 1 de marzo de 2010

Instante


Te descubro esta noche entre mis manos. Te sostengo y deseo que sientas todo lo que mi magia es capaz de hacer. Te hechizo con mis besos, mi lengua recorre toda tu geografía sintiendo los brotes de deseo que emanan de tu piel. Suavemente, camino con mis dedos por tus avenidas de placer, te descubro un sendero intocable y lo toco, te estremeces, te contraes por dentro y te dejas llevar por mis besos.
Me acerco a tu oído y sigilosamente susurro tu nombre acompañado de algún hechizo infranqueable, te sostengo un momento en el sublime instante para que toda tu sangre se vierta en un sólo espacio de tu cuerpo. Irrigación combinada de dolor y un tremendo placer que me bebo y sostengo para siempre.

martes, 13 de octubre de 2009

Impregnándome de ti



Mi memoria corporal grita, se estremece, clama tu caricia infinita. Todo se torna un tono grisaceo- azul. El mar de emociones resurge de entre los recovecos impregnados de tu sudor, de tu pasión incontrolada, de tu entusiasmo ante mi desnudez. Humedezco, vuelo, voy y vengo por mis calles corporales una y otra vez. Te siento muy dentro de mi y me lleno de aire, lo saco y se repite la labor.
Temo por ti, por tu emoción, te miro y ambos nos hundimos en la mirada del mar negro de nuestros ojos. Te sostengo, te aprieto y te hago sentir lo que nadie nunca te causó. Te lleno tu memoria de sensaciones nuevas e inolvidables, de escenas de desenfreno, de pasiones ocultas. Te muestro ante ti mismo lo que eres, lo que sientes y lo que deseas.
Te poseo por momentos y te intuyo, te conozco. Eres mío en mi recuerdo, sólo ahí.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Sobre mis calles corporales


Camino entre las calles de mi cuerpo con la memoria impregnada de lo que supongo sería  tu mano. Todo de pronto se mengua entre mis ideas y resurgen los sentidos y sensaciones que me hacen brotar la pasión de ti.
Te deseo con caricias interminables, con humedad que se desborda por la cascada del misterio. Mis montes adquieren fronteras infranqueables, te guardan luto por tu ausencia. Y desean ser escalados por la suavidad de tu lengua.  La geografía de mi ser simplemente se desliza ante el susurro del viento, grita tu nombre en silencio y mi mano se convierte en la tuya. Me tomas, me deslizas poco a poco tu índice por todas mis calles. Llegando a mi misterio, lo introduces causando un temblor masivo por todas las terminales nerviosas. Mi cerebro se contrae y me hace perder todo concepto, me resguardo en los recuerdos de tu aliento y me concentro en la respiración agitada, en el sudor de mi cuerpo que no para; y en el espasmo que añora tu presencia.
Sacas el índice, lo recorres por mis calles poco a poco para llegar a mis labios, me pruebas en mi y me pierdo en el misterio de tu mirada imaginada, de tu presencia ficticia... duermo.