martes, 11 de septiembre de 2018

Depresión freelance



Aveces de estar en tanta soledad, hace que uno recurra a uno mismo, y sí, hoy recurro a mi misma como la compañía irrestricta que me ha tocado.
Llevo ya un año siendo freelance, jamás me imaginé de este modo. Siempre me vi con mis horarios impuestos, mis clases, mis actividades rutinarias e incluso decía "yo no podría ser freelancer" pero aquí estoy, ¿cómo? en realidad no tengo ni idea solamente un día desperté dándome cuenta de que odiaba en realidad lo que ya hacía. Las escuelas me acabaron y de paso me anularon toda esperanza en la educación, sentía que lo que yo hacía en las aulas tenía gran sentido en la vida pero no lo que hacía en la Institución y desgraciadamente, uno termina dependiendo del sistema ufff ese maldito sistema.
Llegué a pensar que si tenía un buen cargo podría generar esos cambios que a mi como profesora tanto pesaban pero mi sorpresa fue, que en realidad cada día era ir a calentar una silla a fingir que hacía algo por el bien del país, desafortunadamente, a los grandes puestos no les interesa mas que el ingreso económico de la empresa por ende, cada día me deprimía más y más y cada vez tenía menos para los antidepresivos (porque vaya que son caros) así fue como llegó la gran frustración y decepción pero de repente (como decía) un día desperté y tenía 40 años de edad y entonces adopté el lema "Ya no estoy para pendejadas" y entre estas pendejadas se encontraba el tener que soportar un día más en un sitio donde no se valoraba lo significativo de mi trabajo ni se remuneraba de manera justa ¿sabían que a los profesores por hora en las escuelas particulares realmente nos pagan re mal? son raras las escuelas que te pagan más de 300 pesos la hora pero acá en el pueblo donde vivo ni hablar, no llega ni a 200 por hora pero eso sí, te exigen como si te la pagaran a 3000 mil pesos porque en realidad lo único que te pagan es la hora clase pero no las horas de preparación, las horas de calificar, las horas de juntas y hacer planeaciones en realidad terminas dedicando a cada hora clase un aproximado de dos horas más si, por hora clase. Y cuando fui directora, ni hablar, el sueldo no era malo pero el trabajo resultaba aburrido a excepción de los ratos que había que escuchar a lxs alumnxs.
Así fue como llegué al freelance pues busqué incorporarme a las filas de los servidores públicos, estuve dentro del medio por unos meses, en definitiva Platón me dejaría de hablar si le dijera que eso de la política no es para los filósofos, no, no lo es por lo menos, la política de mi país.
Posteriormente, trabajé en una consultoría política digital ¡wow! sí, existe eso gracias a las redes sociales y a los de mi generación nos suena como muy cósmico el asunto pero mas vale que nos adaptemos y capacitemos porque lo de hoy ya es ese mundo. Y bueno, me tocó ser la más anciana del sitio y descubrí que en verdad si hay un abismo generacional entre los de 40`s y los 30's años no parece mucho en tiempo pero en verdad si lo es en los modos de comprensión del mundo. Fue una experiencia maravillosa, para mi resultó un gran reto no sólo la poca convivencia que tuve con todxs elloxs presencial y la mucha que tuve a nivel red social, fue otro modo de generar vínculo sin embargo, estar revisando constantemente textos para redes sociales me parecía surrealista y a la vez encantador. Me gustó bastante pero no me imaginé que terminaría así me llegó la depresión freelance.
Hoy me dedico a algo bien diferente y no, hoy soy ya oficialmente dictaminado por la Secretaria del Trabajo  capacitador externo así que ahora vendo cursos sobre filosofía ( aunque nadie se percata que es filosofía) a empresas. Pero ahora, este es el dilema ¿cómo me vendo? yo no fui buena nunca ni para vender los boletos de rifas escolares, terminaba pagando todos los boletos mi padre. Y sí queridos lectores ( si es que los hay) no sé cómo venderme realmente y me siento tan triste, tan apática, tan sin ganas que con todo y mis aceites esenciales mágicos no me viene el entusiasmo. 
Le he preguntado a amigos de mi edad freelancers ¿cómo le hacen para venderse? ¿cómo le hacen para no deprimirse? y vaya respuestas: " está bien difícil", "así es esto pero ya pasará" "tú búscale" estas respuestas no vienen ni de consuelo ni de pistas, en fin, he decidido pintarme las uñas azul turquesa, abrazar a Merlina, escuchar buena música y leer algo de Oscar Wilde, él tiene la magia de ponerme de buenas. Mientras, espero la depresión freelance se me vaya pronto.

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