Mostrando entradas con la etiqueta adiós. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta adiós. Mostrar todas las entradas

jueves, 23 de julio de 2009

Homenaje a los adioses.



¿Cuántas veces hay que repetir la palabra “Adiós” para aprender a decirlo?

He pensado en componer una canción con todo y melodía dedicada al adiós, he pensado escribir un poema, he pensado pintar un cuadro, he pensado crear una escultura que represente el adiós.

He pensado incluso, en inventar una palabra que la complemente, la describa o incluso la mencione de un nuevo  modo.

En fin… sea lo que sea  que se pretenda hacer con la palabra adiós su sentido y significado no deja de ser el de la nostalgia, la tristeza y un poco el dolor.

Decirlo, afrontarlo, y hacerlo no deja de ser un acontecimiento que me revuelve el estómago, me causa náusea pero de la de Sartre. Me ocasiona una asfixia del alma que en instantes no me permite dejar ver con claridad y comprender sus síntomas de renovación.

Para ser sincera, nunca me imagine verme en estos menesteres de la libertad absoluta y la soledad infranqueable, esta soledad que nos permite pensar únicamente  en uno mismo, que nos lleva al conocimiento asombroso de nuestro yo real. Soledad que nos permite adentrarnos a los laberintos más recónditos de nuestra memoria, a los caminos pedregosos del pasado y aprender a develar que nada de lo “traumático” realmente lo ha sido como para no permitirnos dejar ser.

Es sin duda, un momento predilecto, un momento que muy pocos pueden o se dejan vivir. Yo hoy sinceramente, no sé si me lo estoy dando yo misma o tan sólo el destino me llevo a este modo de ser en mi mundo.

Sólo se que la vida me depara algo totalmente distinto, nuevo y con el sentido que yo le quiera ir dando. Hoy me reconozco dueña absoluta de mi  y mi vida. Hoy sé que las circunstancias me afectarán tanto como yo lo decida y que mi estabilidad depende de mi y sólo de mi. No tengo ya a nadie a quien culpar si sonrío o no. Y es que sigo sin comprender la dinámica de la pareja, ese otro por el cual se supone que debemos dar la vida, ese otro de quien dependemos para sentirnos plenamente feliz porque entonces se es egoísta. Ese otro que nos apoya en las buenas y las malas. En fin, ese otro que ya en mi vida no existe porque simplemente no supe ser ese otro para el otro.

No tengo idea de qué tanto me tendré que acostumbrar, tengo miedos, muchos. Tengo una gran incertidumbre por todo lo que pueda pasar pero creo que a muchos esta sensación de incertidumbre nos acaba pero a partir de hoy he decidido darle tonos de emoción. La incertidumbre puede ser ese estado de no determinación. Ese momento de la vida en el que podemos reinventarnos y decirnos al espejo “Hola mucho gusto, ¿qué tipo de persona eres ahora después de lo vivido?”

 Pienso en las distancias que me alejan de los que amo y pienso que esa gran distancia a la vez me acerca a mi misma.  Es extraordinaria la flexibilidad que da la vida misma para hacer en ella lo que más añoremos; para hacer de nosotros el ser que más deseamos ser. Adoro sentir esta flexibilidad en mi camino. No ataduras, no determinaciones y por ende sólo la responsabilidad de procurar por mi ser, por mi salud, mi estabilidad y mi felicidad la cual no es tan compleja de conseguir al menos, no para mis pretensiones.

Me imagino ya ahí, en ese sitio de encanto, sitio en el que comenzaré una vida diferente. Hoy al despedirme de mi hermano me decía “suerte en tu nueva vida” consideré que no se trata de ello no será así porque no me he muerto para renacer, creo que más bien sigo siendo un yo más acercado al auténtico yo de mi ser. Creo que mi proceso es todo un nuevo proyecto que se lanza hacia una analítica existenciaria de mi ser en el mundo de modo más auténtico que el de hace siete años al que se lanzó a la empresa de otro modo de ser.

Mi vida en la ciudad del occidente ya quedó cerrada, ya no hay nada ahí más que recuerdos y experiencias que buenas y malas me dejaron mucho por aprender. Mi vida en la “perla tapatía” terminó. Si algún día regreso (lo cual dudo y mucho) será en otra dinámica, con una visión diferente y una manera de ser y pensar más auténtica. Guadalajara fue una gran escuela existencial, conocí gente buena, mala, patética y encantadora. Fue un lugar lleno de experiencias, de pecados (jeje por aquello de lo conservadores) de soledad, principalmente esto, soledad. Sin duda ahí he dejado gran parte de mi corazón pues creí y mucho en algunas personas sobre todo en Alejandro quien en su momento hizo de mi vida una metáfora hecha realidad, pero eso terminó, se acabó y todo ahora es lejos, nuevo y Guadalajara ya es pasado.

En mi pasado tengo que agradecer infinitamente el haber conocido a seres como:

Pasini y Malvo-Lo seres más apegados a  la definición de amor.

Rubí y Chemin- los seres más buenos que conocí.

Rocío, Romel e hijos- Una familia como la que me hubiese gustado tener si hubiese nacido para ello.

Tere- Una gran y entrañable amiga para siempre.

Felipe- Gran amigo en su momento

Mony, Arturo e hijos- los seres más locos y buena vibra que conocí.

Arnoldo- Gran amigo y compañero de situaciones buenas y malas ; verdadero amigo para siempre.

Ree:  Gran amigo que también espero sea para siempre, compañero de gustos musicales.

Tosque: Un gran amigo, a quien le debo sobre todo su apoyo sincero en los malos momentos.

Alejandro Fuerte: Mi mejor amigo en su momento, quien supo siempre escucharme, dar consejo y demostró cariño sincero hasta que me separé y su novia lo alejó. (¡BUUUU!)

Anuar: Gran amigo quien me enseñó en los momentos más difíciles que podía salir adelante y que podía seguir siendo un ser digno de ser amado. Y además me fomentó más mi fanatismo por Bob Esponja.

Finalmente:

Enzo e Itzel:  Mis grandes hermanos del alma, quienes me han demostrado su amistad para toda la vida, quienes me demostraron amor tanto a nivel individual como en pareja cuando la tenía. Seres que admiro, respeto y amo con todo mi corazón por ser tan buenos, tan humanos y tan especiales.

Blanca e hijos: la mujer más extraordinaria que conocí en esas tierras, el ser más bondadoso y lindo en todo sentido, mi madre  “postiza” quien estuvo conmigo en todo momento, me ayudó, me cuidó, me animó, me abrazó, me amó. Y sus hijos, han sido unos hermanitos a quienes siempre amaré por ser tan buenos chicos y cariñosos conmigo.

Gracias doy a la vida por cada uno de estos seres de los cuales algunos, seguro estarán presentes por toda mi vida de modo activo y otros tan sólo cumplieron su objetivo y yo el mío y no más.

viernes, 17 de julio de 2009

Mis últimos momentos aquí

Se supone que en estos casos se dice "adiós" pero detesto esta palabra porque es como un "este es el final" y siempre he considerado que dicha palabra se utiliza meramente cuando es una situación extrema. Sé que comienzan nuevos horizontes, toda una gama de posibilidades se abre para mi sin embargo, eso no me exenta del dolor. Duele dejar a las personas que uno quiere, duele irse sabiendo que ya nunca será igual y que realmente con muy pocos habrá relación. Duele darse cuenta de que sí que se está solo. 
En una ocasión alguien me dijo que aprendiera a buscar a la gente, que tuviera la humildad para decir que necesitaba cariño, compañía. Bien, en esta ocasión lo he hecho lo he pedido,  y a varias personas sin embargo... no están.
¿Por qué se da esto? he llegado a pensar que verdaderamente soy tan complicada y detestable que por ello tengo lo que me "merezco" pero  he decidido no comprarme estos malos pensamientos sobre mi misma. He decidido decir "Sí, estoy sola, estaré sola y yo puedo sola" pues ya me lo dijo mi padre. "Si no he estado contigo es porque sé que puedes sola" Ups! dolió sin embargo, así es, puedo y podré sola con lo que venga en mi vida. También me ha dicho "Las experiencias fuertes son para hacerse fuerte y no tirarse al suelo" cierto, muy cierto... solo espero no hacerme fuerte de corazón. En fin... esto soy yo el día de hoy ¿qué soy? no tengo idea...
Adiós.