martes, 28 de julio de 2015

De megalomanía y autoafirmación.

Shopenhauer uno de los más maravillosos filósofos que he conocido decía que había tres humillaciones de la megalomanía humana. 
1. La humillación cosmológica: nuestro mundo no es más que una de las tantas esferas que forman el espacio infinito y sobre la cual se mueve "una capa de moho con seres vivientes y cognoscentes" ( Lo amo por expresarlo de ese modo).
2. La humillación biológica: el hombre es un animal en el que la inteligencia sirve exclusivamente para compensar la falta de instintos y la inadecuada adaptación al medio. (¿No les parece adorable?)
3. La humillación psicológica: nuestro yo consciente no manda en su propia casa. (La gran tragedia del ególatra).
Si bien, siempre se le ha "etiquetado" de filósofo fatalista sin embargo, siempre me ha parecido un pensador capaz de pensar adecuadamente y expresar de modo claro lo que simplemente es la vida. Pues bien decía "Basta  contemplar desde la barrera el carnaval, a veces, tan cruel, de la vida" y es que en efecto, a veces sólo basta eso. Hay días como los de hoy, que ante la ignorancia no puedo mas que quedarme como espectadora. Y es que es tanta la gente que osa ponerse frente a un grupo de personas como una autoridad de conocimiento y sin embargo, lo único que hace verdaderamente es escupir de múltiples formas su propia ignorancia pero lo gravoso del asunto no es la ignorancia en sí, sino la falta de humildad para reconocer que no se sabe y por tanto antes de preferir ser sencillo y decir no lo sé,  prefiere parecer un "docto bufón" pues es tan claro y evidente cuando alguien no sabe de lo que habla que parece que su soberbia le cancela todo tipo de conciencia de si mismo y por tanto, prefiere parecer una bestia sin cerebro, manifestándose o mejor dicho, reafirmándose como un incapacitado mental. ¿Cuánta humanidad abunda así? cada vez son los más. Puede parecer que soy víctima de mi propio discurso al expresarme de este modo pero en defensa propia, puedo manifestar que me es difícil no aceptar mis deficiencias y es que siempre he creído que la superioridad de la especie radica en el hecho de no sentirse superior y retomo de nuevo al gran Shopenhauer y es que no por nada era un misántropo, un gran irracional de lo racional.  Comienzo a creer que todos esos seres que han permanecido al margen de la humanidad realmente lo hicieron porque ellos si supieron en qué consistía ser un ser humano.
A veces pienso que he errado en mi línea de pensamiento pero por más que intento cambiar de postura me es imposible y es que sin duda, creo, al igual que este gran pensador; que una filosofía en cuyas páginas no se escuche las lágrimas, el aullido y el rechinar de dientes así como el espantoso estruendo del crimen universal de todos contra todos, no es una filosofía. Si, creo que hay que padecer la enfermedad del mundo para entender la necesidad real del mismo, pienso que hay que dolerse hasta la entraña para poder saber cómo calmar el dolor y no sólo subsanar el síntoma.  Padezco una grave enfermedad que se llama conciencia y por ello cuando me topo con seres como los de hoy, tan ensimismados en su propio autoreconocimiento, tan miedosos de reconocerse humanos ante los demás, me asqueo, me molesto y me reafirmo como lo que soy, una bruja-hada que no le da la gana hacer hechizo alguno con connotación "alegre" sino todo lo contrario, me dan ganas de desaparecerlos, de regresarlos a su estado original (si lo merecen) y que comiencen de nuevo a intentar ser un ser humano. En fin, la megalomanía parace ser el mal de esta tan vejada sociedad.







2 comentarios:

Echavez dijo...

Y siempre parezco estarte oyendo, y alimentándome de tus palabras, bebiendo tu entonación y reconociendo al final, con gran gusto: you're not of this world. Thank G*d.

Varulven dijo...

Es maravilloso,me encanto!.