Hay ocasiones en las que la vida te habla de modo diáfano y directo. Yo agradezco siempre estos mensajes. Hubo un tiempo en el que yo estaba muy cercana a "Chalán" si, ese hombre cuyo nombre era Carlo Mongardi pero que se autodefinía como el "Chalán de dios" un gran sacerdote jesuita que me develó mi ser bruja. A él le debo el que yo haya aprendido a aceptarme como tal. La pasión que compartimos ambos fue un texto muy bello de Eduardo Nicol el de Formas de hablar sublimes, gran libro. Mi amor por Heidegger lo perturbarba un poco; sin embargo, aceptó mis amoríos intelectuales pues sabía que era muy joven aún pero nunca imaginó que este amor sería para siempre. Chalán ya era un anciano en aquel entonces para mi, era como mi maestro Jedi, una especie de Yoda italiano que amaba la vida desde su muy peculiar perspectiva, un ser humano que brillaba desde lejos. He tenido la fortuna de conocer varios seres especiales, grandes maestros que es por ello que hoy por hoy me es difícil admirar a cualquiera pues he sido tan afortunada.
Chalán me hizo entender algo muy importante, me hizo comprender la importancia de seguir siempre siendo yo misma pese a las críticas, las grandes mezquindades de la sociedad ante una mujer libre, segura, empoderada, una mujer que si ha logrado todo eso, es porque hubo que atravesar un camino muy sinuoso, muy doloroso, un camino en ocasiones desesperanzador y que lo supero y por ello hoy brilla y a la gran mayoría los espanta, los molesta pero jamás me ha detenido el rechazo social.
Otra de las grandes enseñanzas que me dio Chalán es que una mujer como yo nunca debe sufrir de amor ( pero se le olvidó decirme el método) me enseñó que amar es como respirar y que es precisamente uno de los grandes errores de la humanidad, ver el amor como una meta cuando es algo que por el hecho de existir ya vivimos, vivimos en el amor (me decía) y yo creía comprender, y lo creo, lo afirmo y lo asumo pero hay algo que me falta y es aprender a no tener esperanza en el amor del otro ¡difícil! lo único que ahora recuerdo es que me decía que las personas independientemente del tipo de relación que se tenga, es muy claro, que el comportamiento humano seguía siendo muy silvestre en realidad y que por ello era muy fácil saber leer e interpretar los verdaderos mensajes que transmitían. Cuando una persona ( me decía) en verdad quiere estar a tu lado, a través de sus actos y no sus palabras te lo hará saber de modo claro, si demuestra que te piensa, que te extraña pues entonces en realidad eres importante para esa persona pero si por el contrario tan sólo se remite a estar presente cuando se le convoca entonces sólo le gusta estar contigo pero no le interesa estar contigo. Curiosamente hoy recordé esta enseñanza del ya fallecido Chalán, me pareció curioso tener esta remembranza hoy en su aniversario pues fueron muchas las que me dio pero hoy sólo me vino esta en mente, como si me enviara un mensaje especial en este día. En definitiva, creo que hay que aprender a retirarse de la vida de aquellos a quienes no les importamos realmente, hay que ser sabios y saber irse en el momento adecuado.
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