El mundo ha ido cambiando, es algo positivo sin duda, todo devenir implica una especie de gracia (gratia en latín) y eso sin duda marca de modo positivo a cualquier sociedad. En mi país se festeja el gran logro de que el presidente se haya manifestado a favor de la sociedad homosexual y sus diversas acepciones que hasta hace poco yo desconocía. Cierto es, que es positivo que se reconozca a las diferencias y se les "integre" en la sociedad. Una vez más me cuestiono ¿por qué se ha vuelto indispensable hacer tanto alarde de las diferencias y sus respectivas luchas? si, lo sé, es parte de la historia humana; siempre ha habido minorías y que la historia como dijo el buen Marx es la lucha de clases pero también ha sido la lucha de las minorías. Yo soy parte de varias minorías, soy mujer, judía, filósofa y peor aún libre e independiente ( no sé cuál de todas es la más grave de mis minorías) y quizá de ahí que siempre me he autodefinido como paria del mundo. Llevaba casi 9 años de autoexilio y si soy honesta creo que aunque esté de vuelta, sigo en mi exilio pues es mínimo el contacto que procuro con las personas, lo acepto, no me gusta la gente porque cada que salgo al mundo llego sufriendo más, no concibo ver lo que veo. En hora buena por lo que se ha logrado, y por todas las luchas que existen a favor de las múltiples causas. Leí una frase que me gustó en un texto de F.B " En el arcoiris cabemos todos" es bella frase, pero no sólo ahí cabemos todos, todos cabemos en el mundo entero. Pero las estúpidas fronteras que ha construido la sociedad nos hacen parias de cualquier territorio que no nos "pertenezca" y no sólo me refiero a las fronteras físicas pues son más las fronteras ideológicas que son capaces de separar sin tener si quiera, distancia física de por medio.
Sigo sin comprender tantos actos y moriré sin hacerlo porque a mis 40 años sigo viendo lo mismo que veía a los 6 años. Minorías somos todos, rechazados, todos y no es el estúpido cliché de "Je sui..." si de verdad nos asumiéramos como lo que somos; una especie de miles. No habría necesidad de ni siquiera aplaudir y alabar un acto que mas que ser un logro, es una obligación y no en el ámbito del derecho, es una obligación existencial, un derecho de piso inalienable por existir y de la forma que sea y del modo que sea. ¿Cuándo entenderemos que los conflictos y problemas sociales existen por la gran estupidez humana y que es nuestra la solución? obviamente, cuando se acabe la miseria del ser, cuando el ser humano deje de pensar en su minúsculo mundo, cuando deje de buscar protagonismo y aceptación y se acepte así mismo, cuando deje de añorar el poder como una autoafirmación de si mismo, cuando se dé cuenta de que en la soledad todos estamos idénticos, de que en la enfermedad todos somos igual de débiles. Yo invitaría a cada ser humano a visitar a los enfermos terminales, esos que se encuentran en la ante sala de la muerte y les pediría que me hicieran saber qué diferencias ven entre uno y otro, descubrirán que todos se ven idénticos pues ante la muerte ya no hay diferencia que quepa. ¿Cuándo será el tiempo en el que ya no haya cabida a tanta idiotez humana?
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