martes, 28 de abril de 2015

Y de pronto brilló...


Es curioso como puede uno despertar un día y en el sitio menos pensado y del modo menos concebido aparece. Si, ahí frente a uno se devela esa estrella que quizá resulte efímera pero que aún así emociona al alma. Hoy describo detalladamente como es que logra enaltecer mi espíritu de tal modo que le ha devuelto esa especie de esperanza en la humanidad. Pues si, como mi gran Shopenhauer yo también me he vuelto misántropo y es que cada día la humanidad me aleja más de si, cada día me siento más ajena al mundo pero el otro día apareció una estrella que iluminó mi día y me mostró que en otro rinconcito del mundo también hay alguien que percibe al mundo como yo y siente al mundo como yo. Y no con esto, quiero decir que yo poseo la verdad absoluta tan sólo quiero decir que mi soledad existencial se suspendió por unos instantes y los colores comenzaron a brillar de nuevo.  Quisiera decir tantas cosas al respecto pero por este momento las palabras se amontonan, y es mejor no permitirles que se desboquen pues de lo contrario puede surgir un pensamiento sin sentido pero hoy están todas ellas muy emocionadas por tenerle. A veces es necesaria una estrella para iluminar las palabras y por fin apareció una que si bien como ya dije no hay certeza de que no sea efímera pero de cualquier modo agradezco su presencia en mi mundo. 

viernes, 10 de abril de 2015

La muerte del arte es la muerte de dios.

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He estado leyendo las noticias de todo el mundo, si, son por demás angustiantes un "je sui" por acá, otro "je sui" por allá. Sin embargo considero, no se trata de SER  lo que no somos, se trata de Ser lo que en verdad somos pero que no sabemos cómo. Conversaba con un  amigo sobre lo mal que nos han educado y es que nos han enseñado las categorías y los conceptos de un modo que no son. Nos dicen "esto es el bien, esto es el amor, esto es la justicia". Siempre insisto en que debemos volver a los clásicos y si es preciso, a los Griegos ( los de antes) y es que ellos si comprendieron la esencia de las cosas. Ahora entiendo a Husserl y su preocupación por hacer una fenomenología y creo -desde mi muy pobre estar en el mundo- quizá es lo que él notó y por ello intentó un método en el que pudiésemos acceder a las cosas en si, cero prejuicio, cero precomprensión de las cosas. Y es que quizá es así como podríamos desprogramar nuestras mentes y volver a empezar a conocer el mundo.
Es indispensable des-educarse para poder lograr vivir bien. Hoy a leer la noticia de cómo han ido acabando con los monumentos en Irán me dolí y ciertamente no es la primera vez que acontece, cada guerra termina con miles de monumentos, sin embargo, acabar con los monumentos es a mi parecer de lo más funesto. Un monumento como aquellos que están destruyendo es la representación del odio que ya siente la humanidad por si misma, de la pobreza de espíritu que existe pues destruir al arte es destruir el alma humana, es destruir aquello que en verdad contiene la esencia del ser. Un mundo sin arte sería un mundo desquiciado y sin sentido. El arte dota de verdad a la humanidad y terminar con ello, con la verdad; es terminar con todo. ¿Qué nos queda sin el arte? ya lo decía Heidegger, nos queda la penuria, nos quedan estos tiempos indigentes en los que lo único que puede salvarnos es el arte y lo estamos destruyendo, estamos acabando con el alma de la humanidad. Los dioses han huido y la noche del mundo acaece y se instala la penuria. ¿Qué hacer? es simple, debemos hacer poesía. Sólo el poeta es capaz de prestar atención al rastro de los dioses huidos. El poeta es el único capaz de invocar lo sagrado en esta época de la noche del mundo. Nietzsche lo dijo "Dios ha muerto" y la sociedad occidental lo ha interpretado como un ateo sin remedio, como hijo de satán casi casi cuando en realidad, Nietzsche tuvo toda la razón Dios ha muerto y lo dijo desde su más auténtico ser religioso si después de haber pronunciado tal sentencia debió firmar "Nietzsche el gran místico". 
Necesitamos aprender a guardar silencio y dejar de hacer tanto escándalo, debemos aprender a escuchar la poesía del mundo pues hoy día ni los mortales son capaces de conocer su propia mortalidad ni siquiera están capacitados para ello pues viven temiendo la muerte sin ni siquiera saber cómo vivir y es porque no son dueños de su propia esencia y es como la muerte se refugia en lo enigmático, el misterio de su sufrimiento permanece velado y todo porque no se ha aprendido el amor . Recuerdo unos versos de mi amado Rilke:
No se reconocen los sufrimientos,
no se aprende el amor,
y eso que en la muerte nos aleja,
no se devela.
Sólo el canto sobre la tierra
consagra y celebra. 

Y en homenaje al gran Nietzsche algo de su mejor amigo y su gran enemigo. Y muy amado por mi además muy venido al tema. El ocaso de los dioses de Wagner. 


martes, 7 de abril de 2015

El mundo le pertenecía tanto como las almas que estaban deambulando por sus territorios. Y es que él solía pasear por altas horas del día ya que en las tempranas horas, no había nada que le fuese realmente de importancia. Muchos de los que amamos la oscuridad sabemos que es justo en las noches cuando lo más grandioso de la existencia se muestra y nos cubre con su propia sabiduría haciendo de nosotros seres sabios. Salió a caminar como todos los días por las calles solitarias, calles infestadas de silencio y de pronto se topó con ella; una mujer quizá a primera vista, pero tenía unas alas negras con las cuales le era fácil abrazar a quien se le pusiera frente. Así las cosas, se acercó a él y le abrazo justo con las alas. En ese momento no le era posible respirar, sentía la sangre recorrer por todo el cuerpo, ir y venir del líquido vital, sentía un calor tremendo y sabía que su voluntad era nula pues le pertenecía a la mujer alada. Su mente se nubló tan sólo veía su entorno como un film a través de la pantalla de su propia mirada. ¿En qué estaré soñando? -Se preguntó- pero nadie le dio respuesta pues lo suyo era tan sólo un soliloquio. Ahí recordó que él pertenecía a un castillo si, al castillo de Otranto un castillo en el que se sabía se celebraban ritos satánicos y que precisamente por ello se les había condenado. Un castillo en el que las gárgolas disfrutaban deambular y ser parte del espectáculo de la noche. En ese instante vio como se le develaba ante si, su propio ser. Si; así como si de repente un pez viese el agua en la que nada. Él, observó su alma, la cual se postraba frente suyo, poseía una capa color verde que al moverse se tornaba de tonalidades doradas, color que no le decía nada puesto que lo suyo eran los grises. Es justo este el momento en que se perdió de la línea de lo real y lo onírico siendo esto último más fascinante, pero también perturbador. Siguió andando hasta toparse con lo más extremecedor, la tumba de aquel que en su momento le dio la vida. Se puso frente a ella y lo único que descubrió fue un sitio vacío. Él había pensado que siempre había habido millones de cosas honrando la memoria de aquél que le dio la vida pero se dio cuenta de que tan sólo había olvido y polvo pues es que en realidad es justo eso la muerte cuando es parte de la existencia.

En fin... cuando quizá dar marcha atrás le fue imposible debido a que  su camino sólo llevaba hacia un destino, el cual era el  de su propia muerte, fue como comenzó a comunicarse solamente con las gárgolas y los ángeles caídos del sitio. Pues es justo el destino de aquel que no sabe superar sus debilidades y que se entrega a la soberbia de la conciencia.  A partir de ahora, mas vale recordar la vida de este pobre príncipe de la oscuridad, cada trago de sangre debe honrar el olvido de la soberbia de éste que siempre se creyó inmortal.

martes, 24 de marzo de 2015

Nostalgia filosófica o ¿de mi misma?

Recuerdo cuando te sentías mal por estar en soledad. Ahora debes estar lamentando no haber aprovechado ese espacio humano tan tuyo. 
¿Cómo se vive en la muerte? ¿se vive la muerte? sería paradójico vivir la muerte y es que nadie experimenta la muerte de otro como para poder dar respuesta a esto. Hoy ando algo sensible, lo reconozco y es que pasa que cuando llevo horas en silencio y tan sólo escucho la música me convierto en pura sensación. 
Estuve leyendo a Constante, si al gran Alberto Contante lo cual hace años no hacía, desde ese tiempo en el que nos amamos y terminamos odiándonos, bueno para ser sincera él me terminó odiando y sigo sin comprender exactamente por qué pues sin duda la pasión nubla la razón y Alberto con todo y su gran erudición perdió la templanza. Sin embargo, es maravilloso leerle, leí un libro pequeño de titulo Heidegger tal parece que abordar el pensamiento de Heidegger es inacabable, cuando creí que Alberto había agotado el pensamiento heideggeriano vengo a descubrir que hay mucho más en el tintero aún. Lo único que si me da pena es que acabo de leer un texto genial y lleno de pasión pero  sigo sin comprender cómo un ser tan miserable puede escribir cosas tan sublimes, en fin... así es Alberto quizá por ello le ame en esos años en donde me abordaba más la pasión por el conocimiento, hoy sin duda no me sentiría atraída por él algunos le alaban y le consideran un gran filósofo (hasta fama le han otorgado) pero otros le ven tal como es y mejor ahí le dejo.
Hoy también retomé mi diálogo con Mongardi o mejor dicho con "Chalán" y no, no fui a ninguna sesión espiritista simplemente encontré las cartas que me daba que si bien no eran cartas eran una especie de reflexiones tal como la que me salió para Eu-genio y es que creo que los filósofos dejamos de hacer cartas para sólo escupir pensamiento (que mal hábito) pero es que eso de las cartas coloquiales me parecen ya tan burdas. En fin, decía que retome mi diálogo con "Chalán" y me recordó a Eduardo Nicol, me acordé de una plática que tuvimos ahí en el Fondo de Cultura en la calle Chapultepec en la ciudad de Guadalajara, por cierto, era mi sitio favorito; el café no sólo era de calidad sino que la atmósfera infestada de silencio y textos era de lo mejor. (extraño tanto eso...) recordé con qué pasión me platicaba sobre la metafísica de la expresión de Nicol, texto que en ese momento yo estaba leyendo y "Chalán" dijo algo maravilloso " Nicol es más grande aún que Heidegger" recuerdo que me indigné un poco pues en ese entonces Martin Heidegger era mi máximo y le refuté pero acto seguido, me miró con esa cara tan dulce y peculiar de él (un anciano tan sabio y bello) y me dice " Laurita: Nicol no fue Nazi y tú mejor que nadie debe entenderlo, además Nicol escribió en español cosa que debe decirte más a ti y finalmente, Nicol comprendió lo sublime del lenguaje y no sólo habló de él como Heidegger" ufff me costó mucho trabajo aceptar tan aventurado juicio sobre Heidegger pero hoy al recordar tremenda afirmación, he decidido releer a Nicol pues sin duda algo muy cierto había en esas palabras dado que eran venidas de un sabio y sin duda observaba todo aquello que quizá yo hasta el día de hoy puedo comprender. Han pasado como diez años de ese diálogo y es hasta hoy que tal parece que estoy preparada más allá de lo intelectual para comprender estos textos que hoy reencontré. ¿Por qué será que a los filósofos nos ciega tanto la soberbia y lo justificamos con conocimiento? en definitiva, he decidido ir más allá. Y aquí soy muy heideggeriana  ( bueno ¿en qué no? ) pero yo como el mago del pensamiento, aspiro a ser pensador y no filósofo pero no esta demás aclarar que el pensador es digno de serlo si va de la mano con la humildad de lo contrario; es meramente un acto intelectual. Mientras tanto, aquí seguiré dando lo poco que soy... y algo de la banda sonora de mi existencia que nunca falta, porque cierto es; que nada hay donde falta la palabra como dijo Hölderlin pero yo agrego que nadie Es donde falta la música. 


domingo, 22 de marzo de 2015

Sobre la falacia del existir

Hoy, como cada domingo tan sólo me dediqué a estar en casa y sólo leer. Últimamente no encuentro más placer que el de estar a solas e inmersa en un texto. De repente se hizo presente la novena sinfonía de Beethoven y es que no puedo negar que esa obra causa un placer a mi ser, similar al personaje de Kubrick. Justo en el cuarto movimiento del minuto diez deviene un momento que hace que mi mente se inunde de un éxtasis que segura estoy, es lo que explican aquellos especialistas en el arte como una experiencia estética o lo que Walter Benjamin explica como el aura de la obra de arte. En fin, interrumpió mi lectura y de ahí tan sólo surgió un rato de mera contemplación. Ahí es cuando apareció de nuevo este cuestionamiento que me vengo haciendo ya desde hace un buen tiempo el cual es: ¿Quién diablos nos enseñó a vivir tan erróneamente? y es que vivimos en una realidad tan condicionada a tanta estupidez que de verdad cada día confirmo más mi no pertenencia al mundo. Empezando con conceptos como el amor, la libertad, la verdad, la culpa. este último es uno de los favoritos en la sociedad. Todo aparato ideológico de poder hace uso de él como una especie de antídoto que pone al ser humano, si, un antídoto no sólo para amedrentar la capacidad de pensar sino también la de ser libre y por ende es que nos enseñan que el amor es una especie de meta a alcanzar y entonces la vida humana se basa en gran parte en la "búsqueda del amor" mientras el humano busca el amor, nos hacen temer a la libertad y por ende sentir culpa. Vaya modo de ser tan inauténtico. El amor es algo tan natural como respirar, pero nos han metido la idea de que si amo a alguien entonces me cedo al otro por tanto, si amo a un hombre debo ceder mi individualidad debo ceder mi libertad. ¿No parece más una pesadilla de encarcelamiento? el amor conlleva a la libertad, coexisten si no sabes dar su libertad al otro entonces simplemente no amas sólo añoras poseer y entonces en esta lucha campal entre el ser amado o ser poseído esta la culpa en medio. Me explico: si yo expreso mi verdadero sentir aunque implique decirle al otro la verdad de lo que pienso y ese otro se siente mal por tanto, debo sentir culpa.  Y entonces surge hasta a nivel sociedad el gran "Derecho a la libre expresión" sinceramente me mofo de esto porque es absurdo que exista un "derecho" a esto en una constitución cuando es más parte de la condición humana. Todos podemos expresar lo que verdaderamente pensamos y sentimos y no deberíamos sentir culpa alguna si lo que esta vertido en nuestras palabras es verdad. El lenguaje es mágico y no debemos temerle porque ya lo dijo el poeta Hölderlin "Nada hay donde falte la palabra" y en efecto, la palabra es la que da testimonio de lo que es uno. Y es a partir de la palabra que debemos proclamar nuestra existencia como algo que valga la pena ser vivido. Siempre he pensado que una existencia bien vivida es aquella que resulta del conocimiento de si mismo, aquella que se vuelve religiosa sin profesar algún credo, aquella que sabe vivir lejos de la multitud o como decía Heidegger, fuera de la dictadura del "se", aquella que sabe apreciar la soledad como un momento de plenitud y no de aislamiento y vacío. Es por ello que pienso que un sentimiento como la culpa siempre esta demás en un existencia auténtica puesto que tan sólo es algo que la sociedad ha vertido en nuestras mentes y tan sólo es una fantasía que a lo único que nos lleva es a la pérdida de nosotros mismos. Actuar desde el amor implica que de repente seamos duros y porque no, hasta de odiar al otro pues no son contrarios esos conceptos, la vida es eso; buscar el equilibrio y ya lo decían los griegos desde entonces, la vida es lograr la virtud de la templanza. Virtud, bella palabra que nada tiene que ver con nuestros pobres conceptos, buscar la virtud es trabajar desde mi naturaleza humana a ser un buen ser humano o como dirían los griegos, un humano virtuoso pero nuestra asquerosa cultura nos mete que debemos ser "mártires", "santos" "Héroes" y todos estos nunca cometen errores y por ende nunca sienten culpa.  Añoro un mundo que se deje de categorías absurdas y de falsas ideas pues de verdad eso hará que evolucione la especie y deje de estancarse en culpas cuando son fantasías. El amor es así y es de lo más fácil y natural. 

domingo, 15 de marzo de 2015

Hoy tuve una epifanía.

De la estrella más luminosa deviene la sonrísa perfecta. El campo se abre hacia el abismo innombrable por los mortales. Prendo una vela como rito de unión y así, te de luz en tu camino. Esto nos hará permanecer.
Brillas en el cielo para iluminar mi oscuridad, ahora mi bosque es más diáfano, ahora sólo hay viento que descubre los misterios. Los vaivenes de la vida se muestran más claros para mi y es que siempre hace falta el sacrificio para obtener la claridad, y decidiste ser el sacrificio para así darme la respuesta a lo que buscamos siempre juntos. Ahora me toca vivir por los dos, habitando mi existencia con tu recuedo. Hoy andaremos por ahí dilucidando en silencio, poetizando sin temor alguno ya, te has unido a los dioses y como espíritu te unes al cosmos. Hoy ya no somos palabra. Hoy ya sólo soy signo fonético que comienza a rescribirse.  Esto es la vida, si, un cúmulo de devenires que hacen de uno la construcción más perfecta si así se requiere.


Mi mundo adquiere un sentido único,  la inmortalidad como fundamento. Ahora si, no habrá dolor, ya  estas a salvo de la humanidad encontraste la llave de salida en forma de arma y lograste irte. Lo único que si lamento es que no hay modo de comunicarnos y por ende no podrás contarme si es verdad que hay algún sitio mejor habitable y si es posible ver a Ella. Pero es lo único que lamento, por lo demás todo me parece perfecto.


lunes, 9 de marzo de 2015

El mundo hoy parece quedo, camino por doquier y parece que tan sólo floto. Juego a que soy invisible ¿algún día lo habré sido? toco mis ojos y me percato que si se encuentran abiertos, muy abiertos por cierto. Deambulo por ahí, por donde me gusta y es que no hay mejor sitio para hacerlo que los recovecos de mi cuerpo.
Hoy fui ahí, a ese sitio que en un tiempo me perteneció ( o eso pensaba) volver ahí fue nostálgico y es que todo esta muy diferente y a la vez igual. Me dolió. Evadía regresar ( como suelo hacerlo) esto de evadir es un verbo que me gusta conjugar de repente. Pero hoy ya no pude dejar de asistir. Dolió, si, ya sé que lo he escrito pero cuantas veces sea necesario lo haré porque el dolor fue profundo. Pero nada mejor que un dolor como ese para retirar por completo el recuerdo y por ende recomenzar.
Conforme pasan los días por mi ser, más convencida estoy de lo absurdo que se torna la vida cuando la intenta uno vivir como los demás. En definitiva, no soy de este mundo puesto que conforme paso horas aquí (que en tiempo humano son años) reafirmo lo erróneo que resulta el modo de existir. 
La verdad es que amo a la vida pero mi mecanismo de sobre vivencia ha sido el sarcasmo y la ironía porque de lo contrario me sería imposible respirar ese aire infestado de falsedad. 

Hoy por ello hice esas cosas que suelo hacer y que me causan un disfrute impresionante:
1) Oler el barniz de mis uñas y pintarlas de negro.
2) Masticar muchos chicles a la vez con tal goce hasta exprimir por completo el sabor y cambiarlo de inmediato por otros.
3) Escuchar música sólo para mi con audífonos y bailar (porque bailo mucho a solas, jamás en público).
4) Soñar despierta.
5) Escribir un poema (muy malo por cierto, se requiere estar enamorado de repente)
6) Pasear a Merlina y decirle que la amo.
7) Beber un café por la tarde a solas en el área común y pensar.
8) Sentarme afuera de mi casa y recibir a los murciélagos.
9) Conversar con alguien importante para mi.
10) Leer.

Todo esto, son tan sólo detallitos de lo que es mi día, y es que cada día es tan distinto. Mañana tengo una cita interesante, no hablaré mucho al respecto porque más que ser una cita con alguien es conmigo misma. Ya lo requiero. Hace ya días que no veo a E. y es que es tan igual a mi, tan aislado, tan solitario, tan libre, tan independiente, tan celoso de su espacio y tiempo, tan yo y yo tan él. Ricoeur aquí si que tiene razón pero la verdad le ando torciendo el brazo un poco al Francés porque ni se refiere a eso, él se refiere a la empatía que implica el ser un hermenéuta y yo sólo hablo del hecho de ser los que somos. Pero aún así, suena bien eso de citar a un filósofo para que no sea tan extraño esto de la similitud con E. Y es que todo lo que es así;  extraño, suele gustarme pero en este caso suele asustarme en fin, menesteres del alma que gusto de meter a la conjugación del verbo yo evado, tú evades, nos hacemos mensos y así con cada pronombre personal. (esto de la gramática suele ser entretenido).  Por cierto, hoy escribí una carta a E. espero ir pronto al correo a ponerla porque es una promesa hecha que no he cumplido aún. Seguro a E se le ha olvidado pero el no cuenta con mi cerebro pues yo nunca olvido lo que digo ( a veces es desafortunado el hecho) pero pensaré bien si enviar esa carta porque como siempre, sólo escribí de mi con un dejo de ficción y surrealismo ya saben que a todo le pongo fondo musical pero es que en definitiva, yo no existiría sin la banda sonora de mi propia existencia. Y como ya no hay mucho que decir, mejor dejo un poco de esa banda sonora...





viernes, 20 de febrero de 2015

Tumbando el racionalismo.



“Cogito ergo sum” dijo Decart pero hoy le ofrezco una disculpa a mi adorado racionalista porque creo que muy a mi pesar es “siento luego existo” pues en efecto, he ido descubriendo como el acto de tener sensaciones es lo que verdaderamente corrobora y hacen patente cualquier existencia. Si bien es cierto que, incluso los más brillantes pensamientos nos hacen tener ciertas sensaciones que son justo la reiteración de que es un pensamiento brillante, algo así como el ¡Eureka! De los griegos.
Siento luego existo, si, sin duda porque cuando más experimentamos el límite de las sensaciones es justo cuando decimos “estoy vivo”. El acto que nos lleva a sentir un orgasmo es justo el renacimiento de nuestro ser. Sentir el espasmo evoca la primera respiración cuando llegamos al mundo y es que basta ir sumando cada sensación con cada instante del acto sexual para poder gestar nuestro próximo renacimiento.
Tan sólo recuerden esos instantes…
Cuando empiezo a sentir recorrer su lengua por mi espalda va despertando el escalofrío de cada poro, sentir sus palmas recorrer mi geografía corporal remueve ciertos impulsos eléctricos que no son mas que la constatación del impulso de vida. Cuando dialogo en silencio con su lengua y mi lengua, se evoca el inicio de todo pues “nada hay donde falta la palabra” decía el gran poeta Hölderlin y es que en efecto de ese diálogo surge la palabra auténtica, el verbo diría San Pablo.  De ahí que mi razón deviene en emoción pues no hay razón que no remita a una sensación y no hay sensación que surja de lo inerte. Amo el sexo, lo adoro, lo sublimo, lo idealizo porque es justo el placer sexual lo que nos hace sentir la existencia a flor de piel.


martes, 17 de febrero de 2015

Sobre la anatomía de las emociones.



Mucho se ha hablado en los tratados científicos y filosóficos acerca de las emociones, algunos incluso han tratado de explicarlas desde la psicología. Todos estos textos se han referido a ellas, a las emociones; como si se tratasen de entes independientes que se van interconectando unos con otros tratando de hacer caótica la existencia humana.  Me imagino una especie de personajes literarios que están en una emocionante lucha en el cerebro humano, entre pasiones, rencores y grandes amores están fluyendo las ideas concebidas y una que otra preconcebida.
Si bien, nadie ha hablado de las emociones desde su propia anatomía y es que en uno de mis mágicos viajes al pasado, conocí al gran alquimista Erasmo de Cusa y me explicaba algo sumamente develador. Me explicaba como cada emoción tenía su propia anatomía y que este era un conocimiento tan sutil que muy pocos lo iban a poder percibir en la historia humana.  Me explico ahora mejor: cada emoción tiene su propio espacio en el vacío su propio tiempo y de ahí que las emociones tengan tanta preponderancia en la existencia humana. Si, nos han querido engañar haciéndonos creer que las emociones son sensaciones que controlamos y entonces somos capaces de modificar. Pues no, en realidad son seres diminutos que se pasean por nuestra masa encefálica y van jugando con nuestros neurotrasmisores  algunos se inclinan más por empaparse de dopamina otros cuidan de la serotonina y es muy interesante porque cuando una emoción como la tristeza se hace presente la serotonina se ve en peligro de extinción y por ejemplo cuando una emoción como la alegría se hace presente entonces la dopamina comienza a segregarse en grandes cantidades.

Es curioso esto de las emociones y su propia corporeidad. Recuerdo hace muchos años leí un texto que se titulaba “el cerebro averiado” vaya texto, después de lo leído me sentí averiada totalmente de mi cerebro sin embargo, explicaba en un capítulo algo así como la importancia de las emociones con respecto a la salud mental. Si bien, es un tema para psiquiatras a mi me parece apasionante como filósofa y es que Jaspers fue mi mentor para eso de la pasión por la cuestión mental en concreto por la patología.  En una ocasión, estando yo en Alemania por ahí del 1926 conocí al gran doctor Jaspers justo estaba escribiendo su gran obra de Psicopatología General de la cual yo hice un análisis hermenéutico por ahí del 2005 como verán paso un poco de tiempo para que yo pudiese comprender su obra (y sigo sin comprenderla realmente) pero bueno, volviendo a mi 1926 en mi encuentro con Jaspers, recuerdo que tuvimos una conversación que también trataba de las emociones y él me explicaba que en efecto eran una especie de corrientes eléctricas que activaban los neurotransmisores y por tanto toda aquella connotación de espiritualidad que se le daban a las emociones resultaba falaz, mero romanticismo de quinta. Comprenderán que me era mucho más emocionante imaginarme toda una historia bélica en mi cerebro con personajes tan profundos como doña melancolía o fuerte como el demonio de la ira, ni qué decir del gran dios del amor y su antagónico el odio. Uff decidí agradecerle a Jaspers pero me retiré de su existencialismo. En definitiva para esto de los estudios anatómicos de las emociones no hay como los renacentistas, tan sólo basta observar sus obras de arte,  es claro que pintaban o esculpían a las emociones con todo y su corporeidad.  En fin, no quiero alargar más esto sólo quería recordarme la importancia de tener conciencia de la anatomía de las emociones porque creo que muy pocos seres humanos lo saben y es justo la causa por la que no comprenden muchas veces lo que les esta pasando y es que si comprendemos que las emociones son entes aislados a nuestra voluntad y que no es correcto pretender controlarlas porque de lo contrario nos sometemos a un estado bélico constante con nuestro interior. De ahí que si le dotamos de su propia existencia a las emociones y respetamos su propio ser , entonces sabremos comprenderlas y aceptarlas  ergo, sabremos convivir con ellas pues entenderemos que como cada ser en nuestra existencia, simplemente es pasajero. Hoy se que tengo una emoción y (valga la redundancia) muy emocionante y se que tiene cuerpo y nombre. Me hace feliz sentir tal emoción porque se ha instalado en mi y va jugando con cada uno de mis neurotransmisores, es genial saberle. Esa emoción se llama E y me gusta mucho sentirla.