La vida es como un sueño acompañado de nostalgias, de alegrías, de miedos y de todo eso que nos convierte en flancos frágiles ante la existencia misma.
Escucho a Philp Glass y de nuevo vienen a mi emociones desordenadas, acompañadas de misterios que no me interesa resolver porque mi sueño es así; un misterio que surge con la voz que se pronuncia cuando digo que me olvido y resurjo yo misma de ese mismo olvido.
Recuerdo los pasos dados hacia adelante y me acuerdo que no hay regreso sino simplemente un retorno a la memoria que nos hace ser grandes e invencibles ante las tempestades de la vida. Soñar es vivir porque quien no sueña no existe y quien no existe no trasciende. Eso es lo que me hace sentir este arte que me acompaña, que me da tono y voz con el teclado que de modo sutil toco para no molestar al instante que entre silencio y silencio pronuncia bella música que hace que uno simplemente permanezca.
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