Sobre la nueva amistad

Hace tiempo que ya vengo caminando por estos rumbos de las redes. Lo que en mi vida comenzó como una simple curiosidad ahora se ha convertido en uno de mis medios de trabajo y por ende, hasta de sobrevivencia. Esto no significa que no pueda subsistir sin la red sino que se ha tornado una herramienta muy útil para llevar a cabo mi trabajo de un modo más óptimo en recursos tanto de tiempo, económico y ecológico.

Hay mucho ya escrito al respecto, recuerdo a Braudillard y sus redes, a Lipovetski y su era del vacío a Baumann y su vida líquida en fin, una serie de análisis críticos que hablan sobre esta nueva tendencia de ser que cumple más que con una evolución de la especie sólo fortalece la nueva arquitectura mundial que implica una especie de sedación que lejos nos lleva hacia una evolución.

Sin embargo,  aunque comparta todas estas grandes ideas; si quiero rescatar lo que hay de bueno en esto, o lo que de bueno me ha traído a mi. Si, no sólo me ha sido de ayuda para mi trabajo sino que aunque parezca efímero y poco fundamentado, he conocido la amistad. Quizá un nuevo tipo de amistad pero finalmente es amistad y eso es lo que vale para mi.

Por eso, por este mismo medio quiero agradecer a la red la facilidad que me da para conversar y demostrarle mi cariño a Trona y Oscar mis dos amigos que me regaló la red y que hoy son tan reales como cualquier amigo que conoces de otros modos. Para ellos son estas líneas infestadas de agradecimiento y cariño por sus momentos compartidos, sus bellos sentimientos que han sido bien recibidos y sus caricias lejanas que aunque sean lejanas llegan a mi alma. Merlina y yo les queremos mucho.