De encuentros y desencuentros

Hay dinámicas de la vida que por más que intento no comprendo. Es como si yo fuese de un mundo extraño al que habito. Creo que en definitiva mi vida se encuentra destinada a los cambios y procesos de crecimiento. Quiero contar algo de mi vida cotidiana tan sólo como para sentirme humano y saber que también puedo hacer cosas como todos. Hace rato fui a Gandhi, busqué un libro que hablase sobre la historia de las culturas y vaya sorpresa no hubo nada. Yo recuerdo que en la preparatoria tuve un libro buenísimo de ello pero lo presté y no lo devolvieron y me da tanta pena porque seguro lo tendría aquí en uno de mis libreros pero ni hablar. Comenzaré a dar clases de algo similar así que me serviré de la maravilla de la red, insisto en que es más bello tener el texto escrito en papel pero si no hay ¿qué hago?. Bien, caminaba por los pasillos de dicha librería y de repente escuché una voz muy peculiar y conocida para mi, me levanté de puntitas para alcanzar a ver si era quien pensaba y si, en efecto era ella. Una ¿amiga? y su pareja quien fue mi mejor amigo no hace mucho tiempo. Ambos son lindas personas y yo tengo muchísimo cariño por ambos, los dos son seres muy valiosos en todos los sentidos pero algo pasó que no comprendo. Me vieron pero parece que en ese instante yo desaparecí. Si, pasó; aún no lo creo, aún no lo concibo y menos lo comprendo. Desde que yo cambié mi estado civil muchas cosas han acontecido de éste tipo pero nunca creí que de seres que han pasado por lo mismo y que tienen la inteligencia para comprender al otro.

En fin, estas cosas suceden y las entienda uno o no, simplemente pasan y creo que no debo esforzarme por comprender, todo tiene un nuevo comienzo y sin duda los ciclos se cumplen y junto con ellos misiones que vamos teniendo con los otros. Cada día estoy más convencida de que nada es para siempre y que lo único que tenemos certero es la muerte y la felicidad que sólo uno sea capaz de dotarse a sí mismo.