miércoles, 6 de noviembre de 2013

Las mariposas lloran.

"El llanto de la mariposa" 
Es un film que si bien ya había visto, no lo había observado como hoy. Una historia como muchas que hay en la existencia; historias de vida que van siendo un éxito y que de pronto por una tragedia se ven cuartadas a lo mínimo. Y es a partir de ahí, de lo mínimo, que el ser humano tiene que aprender a vivir. 
Es desde lo mínimo que el ser humano da una vuelta atrás tan sólo para ver lo que fue y lo que pudo haber sido sin necesidad de reproche porque sobran y sin poder expresar la impotencia ante lo obsceno que se vuelve su porvenir.
Sí, es una de esas tantas historias que me ponen de cara al absurdo, al sin sentido que adquiere el sentimiento vacuo de lo que somos, me pone de cara ante el agujero negro que estamos dejando como especie. Me siento ante la imposibilidad de decir, ante lo inefable, lo inexpresable, me adviene la impotencia del lenguaje, los límites de mi razón. Sí, cuando algo va más allá de lo decible, todo adquiere sentido, todo se funde con el todo y entonces comienza la vida. Hace años cuando enfermó mi madre de algo terminal, me cuestionaba ¿si era necesario morir para amar la vida? hoy me cuestiono lo mismo y lo hago de modo solemne:
"¿Emma Laura tienes que estar condenada a muerte para que comiences a amar la vida?"
Nuestra especie es una pausa indefinible de lo que es el Universo, me explico o lo intentaré; nuestra especie a perdido el origen de sí misma ¿cuál es? el amor, vayan a cualquier teoría o mito o dogma, cualquiera se funda en el amor pues de nada más puede surgir algo artístico. Sin embargo, la especie sigue politizando el arte, haciendo de ésta una obscenidad de lo bello. Las grandes obras de arte hoy día, son las que proyectan la desgracia humana. El humano no conforme con ello ha permitido la creación de la santidad económica. Siendo esto el lugar común de todos, me queda claro por qué es necesaria la tragedia para ser capaces de ver a Eros.
¿Por qué nos conmovemos ante historias de esta índole y no reaccionamos? ¿por qué nos dolemos pero no actuamos? somos una especie extraña decía Fei Betto. Hoy vivimos en medio de un holocausto fundacional de la religión del capital ¿les preocupa? o ¿prefieren seguir viendo estas historias de vida a través de la pantalla y seguir existiendo como hasta ahora? yo ya no, pues bien dijo Nietzsche que todo aquel que no disponga de dos terceras partes de su tiempo en total libertad para su uso personal, es un esclavo. Saque cada quien sus cuentas, yo me retiro de esta avalancha de quehaceres sin sentido.
Les dejo una escena del film.




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