miércoles, 22 de octubre de 2008

El día que se perdió

Se me ha perdido un día...  
Es extraño, pero ni siquiera sé cuál, es el que me hace falta. Fui a caminar por los sitios que solía frecuentar; es curioso como las caminos parecen tener memoria, los pasos dados ahí estaban y en cada uno de ellos el recuerdo plasmado. Es maravilloso encontrarse con los mismos árboles, las flores nuevas y los pasos ya dados volviéndose a poseer del presente.
Busque de nuevo -como siempre- sin embargo hoy me percaté que la búsqueda suele ser un tiempo necesario para conocer; sí, conocer lo que uno piensa de modo callado, sincero y sin que nadie sepa lo pensado. 
El día perdido aún no sé en dónde se quedó o si tan sólo sigue en blanco esperando ser iluminado, vivido y lo que es mejor, aprovechado. Es curioso cómo, cuando se está por llegar a algo parece que la meta se va distanciando poco a poco como para nunca ser captada. Quisiera que mi memoria fuese una especie de cámara para captar con todos los filtros posibles esos instantes, esos momentos que suceden de modo tan sutil que no logramos captar con el ojo humano, esos acontecimientos tan aparentemente insignificantes que pasan desapercibidos al grado de ser sólo olvidos encadenados en la parte de la nostalgia.
Hoy hubiese querido captar las sonrisas de todos los que me rodearon, conocidos y desconocidos; presentes y ausentes. Las sonrisas que alimentan la esperanza de este mundo que se encuentra triste, preocupado y lleno de miedos por las cosas materiales que se ponen difíciles. ¿En dónde está el amor? ¿en dónde se quedó todo eso que algún día surgió como lo más bello del ser humano? desearía poder entender en dónde quedó mi día perdido, ese día que soñé y que temo no poder vivir jamás...
Ese día que nadie sufra y que nadie padezca porque la vida es tan sólo el momento para ser;realmente ser. Ese día que guardé en un papelito dentro de uno de mis libros para poder mostrarlo cuando fuese necesario. Hoy no tengo idea en qué libro está, no sé si lo saque y lo metí a mi cofrecito lleno de cosas extrañas, o de plano lo metí al closet junto con los rompecabezas por armar. No tengo idea en dónde quedó ese día  y comienza a preocuparme su desaparición.
Ojalá; alguno de estos días mi día vuelva para guardarlo y sacarlo cuando vengas a mi, gracias por esa sonrisa escrita y sutilmente imaginada por mi alma.

3 comentarios:

Unknown dijo...

http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=381&p=Ernesto%20Cardenal&t=Como%20latas%20de%20cerveza%20vac%EDasd

ANUAR dijo...

no te preocupes por ese día, no te preocupes por buscarlo, ya que cuando vivimos el mejor día de los días nunca pasa, solo lo recordamos como el mejor, bueno eso me pasa a mi.
lo mejor es preocuparse por hacer que este día(el presente) sea el mejor y así recordarlo mientras nuestra cámara obsoleta nos permita recordarlo.

Emma Laura dijo...

Mi querido Anuneitor:

el problema es que el día que busco no ha llegado el día, ese día en el que nadie sufra de hambre, que todos sean felices y que nadie se preocupe mas que por lo que tú mencionas, el presente. Ese día que se me ha perdido porque cada vez veo que es más complejo lograrlo.
en fin..