jueves, 9 de octubre de 2008

Un cuento antes de dormir

Hay varios modos de descubrirse a uno mismo, sin duda el mejor, es a través  del otro. Me gusta cuando converso con alguien que intenta descubrirme pues resulta más un develamiento del otro que de mi. Y esto, resulta por demás placentero (como las cosquillas). 
No sé si algún día lo he dicho, pero amo que me lean y más antes de dormir, siempre he tenido esa añoranza, que exista alguien a mi lado que por las noches guste de darme palabras para yo ir construyendo mi sueño y despierte con nuevas ideas. Siempre lo he visto como una especie de ritual mágico; un ritual que me transporte a la dimensión de lo indecible, es decir, del misterio.
Me gusta pensar en que algún día descubriré mi voz en el sueño de alguien. Hoy tan sólo me quedo con ese cuento, lo tomo entre mi almohada y mi mano que siempre pongo debajo de ésta y lo dejo ser para que entre a mi mente, y construya una idea llena de buenas intenciones.
Hoy, soy feliz; y disfruto este momento tanto como un buen pan con nutella.
Gracias a esa voz que cantó palabras llenas de recordatorios bellos de la vida y de este modo, conducirme al sueño.

2 comentarios:

ANUAR dijo...

"Hay varios modos de descubrirse a uno mismo, sin duda el mejor, es a través del otro"
estoy muy de acuerdo con tus palabras, siempre espero el momento en que puedo preguntarle a alguien como me veo (personalidad),que aparento ser o cosas por el estilo, se siente bastante bien no se por que, es como si alguien te diera un mensaje que te enviaste a ti mismo algo extraño a mi parecer,espero que a eso te refieras.
De hecho deberíamos algún día intercambiar nuestras visones el uno del otro, y así los dos tener "cosquillas" :)

..Anuar..

Emma Laura dijo...

Epa!! Anuar, qué gusto saber que lees esto que espero te deje algo ji ji ya que en las clases con el grupo que te ha tocado uff no puedo dar mucho de mi.
En efecto, ha eso me refiero cuando escribí la frase. Y es muy rico poder intercambiar las palabras con alguien que de algún modo nos proyectamos, identificamos y auto descubrimos. Tal cual, se siente un cosquilleo de emoción ante el descubrimiento del ser con quien estarás toda tu vida; con uno mismo.