Ahora con todo esto de la influencia que han generado sobre la sociedad por eso de la influenza. Decidí encerrarme (aún más) y contemplar a mi rededor lo que tenía por hacer. Varias cosas aparecieron como opciones, el libro en la mesa de mi sala, otro en el buró de mi cuarto, muchos en mi estudio , uno en especial que estaba con los colores al lado pues es para iluminar mantras. Esto si que resulta bello y entretenido también. Pero gano el lado izquierdo o derecho (según se salga o entre) del estudio en donde esta mi pequeñísima colección de films y saltó uno. Si, con esto de las pestes saltó el séptimo sello ¡uy! hace tanto que no la veía y es que recuerdo haberla visto en los tiempos en que mis inicios por el gusto de lo gótico comenzaban (hace un rato) así que me acomodé en el sillón y comencé a verla. El film es bastante profundo en contenido pero hay una escena que tuve que repetir varias veces pues el discurso me atrapó, tanto que he querido transcribir el texto. Se trata de la escena en donde el caballero se confiesa.
Me hizo reflexionar tanto que pude sentir que en gran parte podrían ser mis propias palabras.
"Quiero confesarme con la mayor honestidad, pero mi corazón está vacío. Y el vacío es un espejo hacia mi propio rostro. Me veo a mi mismo y me embargan el gusto y el miedo. A causa de mi indiferencia hacia la gente he quedado fuera de su sociedad. Ahora vivo en un mundo fantasma, encerrado en mi sueños y fantasías. A pesar de eso; no quiero morir."
No hay comentarios:
Publicar un comentario