viernes, 15 de mayo de 2009

El Laberinto


Existo en el laberinto de la existencia, pero no busco la salida sino intento recorrerlo permeando de mi propio mapa geográfico cada pasillo recorrido. Dibujando la proyección de mi mundo interior e intentando como el vagabundo de Fez viajando perdiendo países, viajando dejando poesía en cada ser que me tope. 
Me descubro a mi misma reflejada en cada espejo, viendo hacia los horizontes lejanos y tratando de llegar a cada uno de ellos o de menos, al que me corresponda. Me gusta sentir como Pessoa que voy viajando perdiendo países. Y es que siempre he interpretado esta frase del poeta como la capacidad de ir dejando atrás lo que corresponde al atrás, dicho sea, el pasado. Ir por la vida descubriendo países, conociendo nuevos horizontes y tejiendo nuevas ideas para dejar un poema existencial en la memoria de todos los que algún día supieron mi nombre.
Me gusta pensar en las líneas entre cruzadas de este laberinto como todos esos retos que se imponen y que va uno pasando con lágrimas sudores y finalmente se llega a la sonrisa y el placer de sentirse verdaderamente vivo.
Esto es mi mundo, un laberinto; cuya salida no me ocupa sino el trayecto mismo de ir fundando la geografía de  mi mapa interior. Proyección significativa de mi misma.

1 comentario:

Esponjita dijo...

Me imaginé que, casi al final de la vida, uno ve ese laberinto como una especie de mandala dibujado amorosamente, iluminado con cariño.

Me da gusto que la esperanza esté retornando. Supongo que, de todas maneras, hay que estar atentos al momento en que los monstruos regresen... pero cada vez estará uno más y más fortalecido.

Muchos besos:

la esponjita que agradece sus visitas por allá.