domingo, 27 de julio de 2008

Domingo de guardar


Hoy es domingo.
Los domingos suelen ser en nuestra cultura mexicana, días de ir a misa y de convivir con la familia. ¡Qué bonita tradición! 
Sin embargo, cuántas veces realmente se vivirá este día con esa conciencia, si, con la conciencia del ritual, del momento sagrado de estar en familia conviviendo y con la presencia de Dios.
Honestamente creo que resulta más un momento de paganidad cotidiana que de un día en donde se hace conciencia de lo sagrado.
Me da tristeza observar como en nuestra cultura lo sagrado se concibe como aquello que nos observa a nosotros y que tan sólo con unos cuantos minutos a la semana ya tenemos para sentirnos "buenos hijos de dios" confieso, me burlo, y no porque no respete las creencias de otros sino porque no tengo respeto por la falsedad y la hipocresía de nadie.
Tan fácil, tan sencillo que es de hacer una vida un momento sagrado constante. Sí, lo sagrado permea toda nuestra realidad, todo nuestro ser y no porque seamos la imagen y semejanza de dios, sino porque la vida en si misma es un espacio sublime, la existencia en todas sus manifestaciones son misterios. No se requiere del milagro, ni de la respuesta rápida ni del perdón o la culpa para encontrarse de cara con lo sagrado. Es tan sutil la distancia que existe entre la paganidad y la sacralidad, esta enseñanza se la debo a Mircea Eliade. 
Domingo, ir a misa, vestirse de un modo especial y acudir a la cita familiar, honestamente no extraño esta "tradición" pues en efecto desde hace años que dejó de ser un ritual para volverse un modo de ser inconsciente. Domingo de guardar se dice pero ¿de guardar qué? ¿la apariencia de ser felices y unidos? ¿la falsedad de ser "buenos" por unos minutos? o ¿de que somos agradecidos con dios por todo lo bueno que tenemos? y ¿lo somos si no tenemos eso bueno? en fin, hay tanto y tanto que poner en tela de juicio al respecto que mas vale no seguir, sino que me despertaron las campanadas del templo cercano a mi casa y me comencé a cuestionar, ¿por qué no mejor guardamos silencio y nos dejamos llevar por el amor de la vida misma? ¿por qué no mejor nos dejamos de falsedades y demostramos lo que en verdad sentimos por el otro?  ¿por qué  no hacer de nuestro hogar un verdadero templo de amor y sabiduría? en fin... yo amo a mi dios, ese que me ha enseñado que la vida es tal como lo deseemos y que lo importante es ser coherente con uno mismo y no andar promulgando lo que uno es, un dios que me enseñó que lo sagrado está en todo cuanto tiene un sentido en la existencia y que nada ni nadie es más. Entiendo a Spinoza y su panteísmo pues nada hay más bello que la magia de la naturaleza, ese misterio inviolable que nada ni nadie percibe a simple vista a menos que acceda al espíritu de lo natural. Mi dios, la pacha mama es quien me recuerda que mi interno es lo sagrado que debo trabajar para ser mejor ser humano. ¿Será esto lo que se busca en estos domingos de guardar?  Oj   Alá... 

1 comentario:

Anónimo dijo...

tienes toda la razón hadita, en mi tierra son de índole cristiana todos aman a todos todos, se saben los diez mandamientos y aman también a su bandera y la adornan con ideologías clasistas y son capaces de mandar matar a su hermano si este se opone a esa forma de alienación marcada por los nacionalismos, pero claro son religiosos de su religión y eso parece ser que les da derecho, la gente humilde puede ser creyente pero son creyentes por que tienen fe , fe en si mismos, fe en el vecino que ayuda al otro vecino sin animo de lucro, es una pena que a la fe este representada por fanaticos como los cristianos los islamistas y los sionistas es una manera de captar gente para ponerlas contra si mismos, acuerdate fe en ti mismo!!!...trona...