La magia se encuentra en cualquier percepción humana, tan sólo, basta que dejemos al misterio actuar dentro de nosotros. Somos magia que habita en los tiempos hipermodernos el problema es que tememos a nuestros propios hechizos y nos da miedo descubrir la belleza de la vida por eso no vivimos sólo nos consumimos.
domingo, 28 de diciembre de 2008
sábado, 27 de diciembre de 2008
Fin de un ciclo

Democracia de emociones
viernes, 26 de diciembre de 2008
Encontrando un museo (visita primera)

jueves, 25 de diciembre de 2008
La locura: injusticia existencial
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Para los solitarios.
Para Trona

domingo, 21 de diciembre de 2008

Inicio de una despedida

sábado, 20 de diciembre de 2008
Un día lindo para el mundo.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Pienso en ti
jueves, 18 de diciembre de 2008
La realidad fantástica I
martes, 16 de diciembre de 2008
Homenaje
lunes, 15 de diciembre de 2008
El músico hacedor de ilusiones.

Los instantes se me han convertido en caramelos chiclocitos con los que juego un rato en la boca pasándolos de un lado al otro. El celofan que guarda cada dulce se convierten en ideas que acumulo cada una y por colores en el caracol que transporta un elfo y que se encuentra en mi tocador, ahí, en mi cuarto.
De repente me descubro tratando de acariciar las palabras y acomodarle a cada una, una sensación; es curioso como el proceso es ahora al revés. Gusto de pasearme por las hojas entintadas y descubrir una sensación nueva al burlarme los puntos y brincar las comas con entusiasmo solemne como quien siente emoción de haber logrado algo casi imposible.
Me gusta pensar cuando no tengo en qué pensar, es como dejar que las ideas fluyan y se muevan a su antojo para evitar utilizar la lógica y todo tipo de regla que sólo restringe el camino de los sueños.
La música me habla en este momento, me dice notas y sonidos bellos que ninguna palabra podría caber en la emoción dictada, la música dicta emoción, no pensamiento de ahí que admire tanto a los que hacen música, pues son capaces no de compartir un sueño sino de hacerlo sentir. Un escritor te escribe un sueño, te lo dibuja en la mente y a lo más que llega uno, es a comprenderlo. El músico en cambio, sólo emite sonidos con armonía; esa armonía que sale de su alma y la convierte en un sonido magistral, transportándonos no a un mundo creado por él sino a su mundo interior; el músico te lleva a su interno a descubrir el mundo de sus emociones y ha hacerte ver en él, cual espejo que refleja.
Es impresionante el misticismo que se evoca al pronunciar lo que se dice con el lenguaje musical, es como escuchar el canto de los dioses que aclaman la llegada del todo poderoso. Me admiro tanto de la esteticidad de la existencia, que no comprendo para qué se complica uno, si con sólo observar basta para ser feliz.
domingo, 14 de diciembre de 2008
Acerca de lo escrito y algo más
