Un día lindo para el mundo.

La noche se me agotó, y el sueño ha desaparecido por unas horas (espero) me siento renovada, quizá el corte de cabello me sentó bien y me recortó algunas ideas malas que andaban por ahí en mi cabeza dando vueltas y vueltas como en un laberinto sin salida.

Me gusta despertar con el silencio de la calle, hoy los vecinos no han despertado aún, cosa que agradezco, me siento como velando el sueño de todos por aquí. Me gusta cuando me sale como ese instinto de protección y de amor.

Hoy me espera un día divertido, estoy dispuesta de que sea de este modo, no haré caso de la realidad, me meteré en mi burbuja imaginaria en donde nada negativo puede traspasar las fronteras de mis ilusiones. Mi burbuja me cubrirá de todo aquello que pretenda sonar o aparecer como negativo en el día. No se puede permitir ese tipo de cosas en mi vida, pues he sabido salir avante de los sinsabores y sigo creyendo en que algún día encontrare un unicornio dispuesto a llevarme al país de los sueños. Me gusta saber que a pesar de las experiencias vividas, las pérdidas irreparables; hoy tengo ya por fin la ilusión y la esperanza de decir que creo en la vida, en la gente; que estoy dispuesta a creer en el amor como aquello que alimenta de mejor modo el alma. Hoy sé que amo de verdad a lo que existe y que muy a pesar de los tonos grises que pueda tener la realidad, llevo siempre mis colores a la mano para iluminar cuanto sea necesario. ¡Qué felicidad! nada mejor que despertar al lado de Merlina quien es hermosa y tierna cuando duerme y que hace que toda mi ternura se vea vertida en cariños para ella, mi perrita hermosa, mi mejor amiga, mi compañerita, mi ejemplo más grande del concepto amor.