Caminaba por las calles de mi mundo y de repente me tope con un museo, me asomé de modo cauteloso y en el fondo vi una gran obra de arte. Así que decidí abrir la puerta y cruzarla. Camine lentamente, acariciando de modo suave los mosaicos blancos y negros del piso, con mis botas de suela de goma, me gusta eso; caminar y no hacer ni un ruido con mis pasos.
Entré al museo, encontré obras de arte maravillosas, se trataba de un museo temático, un museo de sueños y golosinas. Las paredes eran de galleta, los vigilantes eran de jenjibre y la obra que llamó mi atención fue una réplica de corazón humano de malvavisco, me acerque a él y cuide que nadie me viera así que le di una pequeña mordidita a ese corazón y de modo mágico comenzó a latir y desde entonces, soy adicta a ese malvavisco y ese corazón me parece que late cada que me acerco a él.
Ha sido un museo tan impresionante que desde esa visita, no he dejado de querer regresar y de pensar que me gustaría habitar en él. Esperemos que se logre establecer mi vida para cambiarme a la cabaña que se encuentra a dos cuadras del museo pasando el bosque, llegar diariamente a saludar a los vigilantes de jenjibre y alimentarme de modo diario de ese corazón tan suave y dulce de malvavisco.
4 comentarios:
llamalo gula pero llego a estar yo y me zampo toda la casa, yo iba caminando por las calles de mi mundo y derrepente mi dueño entro en una cueva de esas que tienen de todo barato, en la entrada estaba un hombrecito pequeño con ojos achinados que me hacia guiños y me silbaba, espere con curiosidad mientras olfateaba aquellas figuras de plástico muy molonas que expone el hombrecillo en la entrada,yo intentaba tranquilizarme y no coger nada pero el ser de ojos achinados me seguía mirando con mucha curiosidad y aprecio que me daban ganas de salir por patas con una de esas figuras de plástico en mi boca, por fin mi dueño salio y en sus manos tenia un juguete para mi, desde entonces me gustan los chinos y aguardo en la entrada con mas tranquilidad,te lo aseguro me paro en todos y con cara de feliciana le miro a mi dueño que no duda en comprarme otro juguete..........trona..........
Trona, te acaricio suavemente tu cabecita y te doy un juguete para que sepas que adoro tu presencia canina en mi vida.
ese corazón es de azúcar? ese corazón no latía? ese corazón no tenía vida?
pues que bueno llegaste a ese museo para darle esa azúcar sin la cual no podría latir.
Esa pequeña mordidita fue un pequeño rose de labios; un beso que para el corazón fue su primer impulso eléctrico, su primer latido y su primer y único amor.
Es un museo muy joven le hacen falta obras de arte obras que dejaran de ser sueños, que junto a su espectadora se convertirán en una realidad.
Así es Anuneitor, ese museo sé que se llenara de maravillosas obras que yo misma haré para que tanto el museo como yo seamos muy felices; él leno de obras que mostrar y yo, habitando cerca de él y admirando sus obras de arte.
Un beso mi querido Anuneitor.
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